Joaquín Caparrós ha vuelto al foco en Nervión, y no precisamente por nostalgia. El veterano técnico está decidido a evitar un desenlace trágico para la temporada hispalense. Con un equipo en horas bajas, y tras una campaña irregular y repleta de altibajos, Caparrós tiene entre ceja y ceja lograr la permanencia en LaLiga, algo que se antoja clave no solo desde lo deportivo, sino también en el plano económico y estructural del club.
Mantener la categoría permitiría al Sevilla FC recomponer parte de su proyecto, evitar el derrumbe financiero que implicaría un descenso y, sobre todo, sentar las bases para una reconstrucción deportiva en la que Caparrós ya trabaja. Su figura, experimentada y respetada, ha cobrado especial relevancia en un momento donde la estabilidad es más necesaria que nunca en el Ramón Sánchez Pizjuán.
El Alavés, clave para los planes de Caparrós
Pero Caparrós también tiene otro punto de interés en la zona baja de la tabla, el Deportivo Alavés. No por afinidad directa, sino porque la permanencia del equipo babazorro podría suponer un alivio indirecto para las castigadas arcas sevillistas. El centrocampista Joan Jordán, cedido en Vitoria, es uno de los jugadores clave del Chacho Coudet, y su buen rendimiento en el tramo final de liga está siendo seguido de cerca desde Sevilla.
Si el Alavés logra la salvación, el valor de mercado de Joan Jordán podría recuperarse parcialmente tras una temporada irregular, lo que facilitaría al Sevilla FC colocar al jugador en otro club o negociar una venta que libere parte de su elevada ficha. Con un salario que supera con creces el techo salarial del conjunto vitoriano, Caparrós espera que el buen papel de Jordán sirva de escaparate para encontrarle acomodo en otro equipo de Primera.
Problemas económicos si no hay salidas
El gran temor de Caparrós es afrontar el próximo verano con varios jugadores cedidos que no hayan logrado revalorizarse. Además de Joan Jordán, hay otros cuatro futbolistas que, por bajo rendimiento o escasa participación, también han visto mermado su valor de mercado, lo que complica enormemente su salida. La acumulación de contratos altos y sin mercado supondría un auténtico lastre para una entidad que ya arrastra serios problemas financieros.
En este sentido, la doble salvación, la del Sevilla y la del Alavés, se ha convertido en una especie de objetivo común para Caparrós, aunque por razones distintas. Mantener la categoría y aligerar la plantilla serán los dos pilares sobre los que debe reconstruirse un Sevilla FC que busca evitar males mayores y rearmarse para el futuro.