Marc Márquez aclara el panorama antes del GP de Jerez
El Gran Premio de España se asoma en el calendario como una de las citas más importantes del año para MotoGP. Y Marc Márquez llega con las ideas claras, la mente despejada y el cuerpo en sintonía con sus objetivos. El piloto de Cervera, que actualmente lidera el Mundial, participó en un evento con Estrella Galicia 0,0 en Madrid, donde habló con sinceridad sobre lo que espera del fin de semana en Jerez, uno de los trazados más emblemáticos del campeonato… y también uno de sus favoritos.
“Estoy con ganas de seguir en esta tendencia”, afirmó Marc Márquez al recordar el podio que consiguió en esta pista la temporada pasada, un resultado que él mismo define como su punto de inflexión. Lejos de los discursos eufóricos del pasado, hoy se muestra sereno, reflexivo y sin obsesiones innecesarias. “No significa ganar sí o sí, sino estar entre los tres primeros, que será el objetivo del fin de semana”.
Una nueva mentalidad en Marc Márquez para afrontar viejos desafíos
Marc Márquez ya no busca compararse con el campeón arrasador que fue en 2019. A sus 32 años, ha aprendido a leer las carreras y a leerse a sí mismo. “No soy mejor que el Marc de 2019, soy diferente”, sentenció, con la honestidad de quien ha pasado por mucho para llegar a este punto. Su discurso no busca nostalgia, lo que hay es evolución personal y deportiva. El piloto reconoce que su estilo cambió. Atrás quedó la obsesión por el primer puesto en cada curva. Hoy, prefiere sumar con regularidad, pensar a largo plazo y disfrutar más del camino.
“Ahora estoy donde quería, y lo disfruto más”, explicó, haciendo referencia a un proceso que ha implicado lesiones, decisiones complejas como salir de Honda, y asumir el desafío de correr con Ducati. Parte fundamental de esa transformación, cuenta, ha sido su entorno. La familia, los amigos y los patrocinadores han sido los pilares de su nueva etapa. “Hay bases que necesitas tener para afrontar grandes retos. Sentir esa aprobación te da motivación”, compartió. Con el respaldo emocional y profesional adecuado, Marc Márquez apuesta por una versión más cerebral, más calculadora… pero igual de competitiva.
Orgullo, familia y el sueño de Marc Márquez de volver a lo más alto
Más allá del asfalto, Jerez representa mucho más para Marc Márquez. Es el lugar donde se siente el aliento cercano de la afición, donde cada curva tiene historia, y donde el rugido del público español lo impulsa. “Es el mejor ambiente, no porque sea español, sino porque se siente el rugido del público”, expresó con una mezcla de orgullo y emoción. La motivación está, pero también la claridad para gestionar expectativas. Sabe que no siempre se puede ganar, y por eso valora tanto la capacidad de adaptación. “Si se puede ganar, se intentará; si no, hay que saber gestionarlo”, dijo con convicción.
Por supuesto, en su discurso no faltó un guiño a su hermano Álex Márquez, con quien comparte algo más que el apellido. Lo admira, lo respeta y no oculta su ilusión de pelear juntos un título mundial. “Ojalá me tenga que jugar el Mundial con él”, lanzó entre sonrisas. En un paddock marcado por la tensión y la competencia, su vínculo fraternal se convierte en un respiro necesario.
Aunque en pista no hay concesiones, fuera de ella ambos se fortalecen mutuamente. Marc Márquez lo resume con una frase clara y poderosa. “El trabajo se hace en casa”. Y es que, más allá de los motores, lo que hoy define a Márquez es su capacidad de apoyarse en su círculo íntimo para proyectarse otra vez como uno de los grandes.