Fernando Alonso, atrapado en un Aston Martin que no responde
El inicio de temporada en la Fórmula 1 no ha sido nada fácil para Fernando Alonso. El piloto asturiano, dos veces campeón del mundo, ha hablado sin rodeos tras el Gran Premio de Arabia Saudí. El AMR25 no está cumpliendo con lo prometido y el desgaste, tanto físico como emocional, ya empieza a notarse. A pesar de su veteranía y su entrega incondicional, Alonso se encuentra hoy en una situación que desafía incluso su legendaria resistencia.
Lejos de tirar la toalla, sigue en pie de lucha. Es parte de su ADN. Cada vuelta, cada curva, cada décima, las pelea como si estuviera en juego un campeonato. Pero la falta de evolución del coche y un mensaje poco alentador desde dentro del equipo han encendido todas las alarmas. Y esta vez, la frustración se nota más que nunca.
La carrera que dejó huella en Fernando Alonso
El GP de Arabia Saudí dejó una de las actuaciones más intensas y extremas de Fernando Alonso en mucho tiempo. Aunque no logró terminar en el top 10, su esfuerzo fue sencillamente titánico. Con un coche inestable, sin velocidad punta y extremadamente sensible al viento, el español tuvo que conducir al límite en cada tramo del circuito. “Da igual que luche por el campeonato o por la posición 14, yo daré lo máximo siempre”, dijo tras bajarse del monoplaza. Una frase que resume su carácter. Pero también dejó entrever su hartazgo con una confesión por radio que impactó.
“Creo que nunca haré una carrera como hoy. Nunca. 25 años”. Esa frase, cargada de intensidad, refleja el punto de inflexión que está atravesando. La carrera fue un desafío físico extremo. Las altas temperaturas, la exigencia del trazado y la falta de competitividad del coche dejaron a Fernando Alonso completamente exhausto. Aun así, su habilidad al volante le permitió evitar incidentes mayores, como el que esquivó con el brasileño Gabriel Bortoleto, en una maniobra digna de su experiencia.
Aston Martin admite el drama con Fernando Alonso
Desde dentro del equipo, las noticias no son alentadoras. Con cinco carreras sin sumar puntos y un rendimiento por debajo de lo esperado, Aston Martin ha reconocido que no habrá mejoras en el corto plazo. Así lo confirmó Pedro de la Rosa, embajador de la escudería, con una frase contundente. “Lo siento por Fernando, pero de momento no le podemos dar nada mejor”. La sinceridad de De la Rosa es tan cruda como el panorama que enfrenta Fernando Alonso.
El AMR25 tiene problemas aerodinámicos, dificultades para mantener el equilibrio y una falta de velocidad alarmante. A esto se suma un ambiente interno tenso, marcado por la frustración de Lawrence Stroll, propietario del equipo, quien no ha disimulado su enfado por los resultados. En la fábrica, la presión va en aumento. Las expectativas eran altas tras el rendimiento de 2023, pero la realidad ha golpeado con fuerza. Y hoy, más que un equipo en ascenso, Aston Martin parece un barco sin timón.