El director deportivo de Osasuna, Braulio Vázquez, vive días de incertidumbre en las oficinas de El Sadar. Y no es precisamente por los ya conocidos intereses del Athletic Club de Bilbao en jugadores como Aimar Oroz o Jesús Areso, sino por un futbolista que ha pasado algo más desapercibido en los medios, Pablo Ibáñez. El centrocampista rojillo termina contrato en el mes de junio y, hasta el momento, ha rechazado todas las ofertas de renovación presentadas por el club navarro, lo que ha encendido las alarmas en Pamplona.
Braulio fue claro y directo al hablar del asunto en una reciente comparecencia, «A Pablo le hemos hecho tres ofertas de renovación, sus agentes y él no han creído que sea suficiente. Nosotros tenemos que planificar la temporada que viene, termina contrato, y es libre de hablar con cualquier club». Estas palabras no solo confirman la situación contractual del jugador, sino que también dejan entrever el temor de que el futbolista ya tenga algo cerrado con otro equipo, muy posiblemente el Athletic Club de Bilbao, que sigue pescando en aguas rojillas.
El Athletic, siempre al acecho de talentos rojillos
Desde hace varios mercados, la relación entre Osasuna y el Athletic se ha tensado debido a los constantes intereses del club bilbaíno en futbolistas formados o consolidados en El Sadar. Ahora, Braulio teme que Pablo Ibáñez siga el mismo camino que otros jugadores en el pasado, reforzando a un rival directo y debilitando al conjunto navarro. La posibilidad de que el jugador tenga un acuerdo cerrado con el Athletic sin haberlo hecho público añade incertidumbre a una situación ya de por sí complicada.
El centrocampista, que ha sido pieza importante en la rotación de Vicente Moreno, es valorado por su versatilidad y trabajo en el medio campo. Perderlo sin recibir compensación económica sería un duro golpe para la planificación deportiva de Osasuna. Por ello, desde el club se intensifican las gestiones para tratar de convencer al futbolista en el último tramo de la temporada, aunque los movimientos del entorno del jugador apuntan en dirección contraria.
Braulio, obligado a mirar al futuro sin Ibáñez
Con la planificación de la próxima campaña en marcha, Braulio ya ha empezado a estudiar alternativas para cubrir la posible marcha de Ibáñez. Aunque el club no pierde del todo la esperanza de lograr una renovación in extremis, son conscientes de que deben actuar con rapidez y previsión para no quedarse cortos en una posición tan sensible como la medular.
La pérdida de Pablo Ibáñez sería una nueva muestra de la dificultad que tiene Osasuna para retener talento frente a clubes con más poder económico como el Athletic. Braulio, en su intento de mantener competitiva a la plantilla, se enfrenta de nuevo a un mercado complejo y a decisiones dolorosas que podrían marcar el futuro inmediato del equipo rojillo.