Especial 20 Aniversario

La UE levanta ampollas en bares y hoteles con la nueva normativa de plásticos

Otro golpe para la hostelería. Esta vez se trata de la reciente normativa impulsada por la Unión Europea para restringir el uso de plásticos de un solo uso ha encendido las alarmas en el sector de la hostelería una vez más. Bares, restaurantes y hoteles, un sector que ya se encontraba enfrentando las consecuencias de la inflación y los elevados costes operativos, y ahora se enfrentan ahora a un nuevo reto normativo que impacta directamente en su funcionamiento diario.

Prohibiciones concretas sobre pajitas, cubiertos, vasos y envases plásticos obligan a los negocios a buscar alternativas más sostenibles, muchas veces más caras y difíciles de integrar en los tiempos y márgenes que maneja el sector. Empresarios y asociaciones del gremio denuncian que no se ha dado un margen suficiente para adaptarse a los cambios, y advierten de que la medida puede acarrear un sobrecoste que, en última instancia, asumirá el consumidor.

El sector no se ha mostrado en ningún momento contrario al cumplimiento del objetivo medioambiental impuesto por la Unión Europea, pero muchos profesionales consideran que la normativa se ha impuesto sin un plan de transición claro ni ayudas específicas, y este sí que representa un dolor de cabeza para el sector. El descontento crece entre quienes deben adaptarse a contrarreloj, en un contexto económico que ya de por sí arrastra incertidumbre y presión regulatoria.

Una normativa europea con impacto directo en la operativa diaria de los bares y restaurantes

Una Normativa Europea Con Impacto Directo En La Operativa Diaria De La Hostelería
Fuente: Agencias

Esta nueva normativa, que viene impulsando la Unión Europea en sus países miembros, y que obliga a restringir el uso de plásticos de un solo uso, todavía no se ha llegado a implementar y ya está generando bastante polémica en el sector por sus efectos en el día a día. Desde pajitas y cubiertos hasta envases para llevar, la regulación prohíbe o limita productos que hasta ahora eran habituales en bares, restaurantes y hoteles.

Ya se ha dado a conocer que el objetivo de la Unión Europea es avanzar en el tema de la economía circular y reducir de manera efectiva y eficaz los residuos contaminantes, pero la polémica se ha generado por la forma en la que se intentan aplicar estas medidas en el sector, que se ha visto sometido a un desafío logístico considerable, dados los plazos establecidos. Los hosteleros han tenido que replantear su operativa diaria, buscando alternativas que no siempre resultan viables ni económicamente sostenibles.

Y es que de acuerdo a los señalamientos del sector, tener que cambiar los materiales que se vienen empleando en los servicios y en el envasado de los productos, implica para la hostelería tener que modificar por ejemplo, rutinas de trabajo, adaptar a los proveedores e incluso tener que buscar nuevos, y en el peor de los casos, formar al personal para la correcta aplicación de esta nueva normativa. La transición, aunque necesaria desde el punto de vista medioambiental, ha sido percibida como abrupta y sin margen de adaptación real.

Costes al alza y alternativas inviables: el dilema de los pequeños negocios

Costes Al Alza Y Alternativas Inviables: El Dilema De Los Pequeños Negocios
Fuente: Agencias

De momento se tiene claro, que el reemplazo de este tipo de material por parte del sector hostelero, por materiales mucho más sostenible, ha representado un incremento de costes que evidentemente golpean de manera más fuerte a los pequeños negocios. Mientras grandes cadenas pueden asumir la subida de precios o negociar con proveedores, bares y restaurantes familiares denuncian que las alternativas ecológicas duplican, e incluso triplican, el coste de los productos tradicionales.

A esta carga económica se suma la dificultad de encontrar soluciones que conserven la misma funcionalidad y resistencia. Muchos negocios han expresado su frustración al tener que destinar parte de sus escasos márgenes a financiar una transición ecológica que consideran impuesta.

Representantes del sector han señalado en varias oportunidades, que la escasa e incluso inexistente oferta de materiales certificados y en el peor de los casos, la falta de información clara sobre qué productos cumplen realmente con la nueva normativa. En este contexto, la sostenibilidad no se percibe como una oportunidad, sino como una amenaza a la viabilidad de los pequeños negocios.

El sector exige diálogo: críticas a la falta de planificación y ayudas por parte de la UE

El Sector Exige Diálogo: Críticas A La Falta De Planificación Y Ayudas
Fuente: Agencias

Este escenario, ha generado que el sector hostelero levante la voz una vez más, reclamando inicialmente un diálogo con las autoridades encargadas de implementar esta normativa y una planificación más adaptada a sus diferentes realidades. Denuncian que la próxima entrada en vigor de la normativa se ha producido sin un periodo de adaptación adecuado ni medidas de acompañamiento económico.

Representantes del sector ya se ha pronunciado y han señalado que este tipo de transición ecológica que les conduce a un modelo mucho más sostenible, no solo requiere de ganas, o voluntad, sino de recursos económicos y sobre todo, apoyo institucional, en el tema de asesoramiento. Las críticas se centran en la falta de ayudas específicas para cubrir los sobrecostes derivados de la normativa, así como en la ausencia de campañas informativas eficaces.

De momento, el sector hostelero se encuentra reclamando una aplicación mucho más flexible y adaptada a su realidad, sobre todo para los pequeños negocios, e insiste en que la sostenibilidad debe construirse de forma colaborativa, no mediante imposiciones unilaterales, que es lo que hasta viene haciendo la Unión Europea en los últimos años, imponer normativas que en la mayoría de los casos no se adaptan a la realidad. La hostelería, aseguran, no rehúye su responsabilidad ambiental, pero exige poder asumirla en condiciones justas.