Más de 8,1 millones de españoles se consideran adictos al móvil, o lo que es lo mismo, el 28,5% de la población de entre 18 y 65 años. La cifra supone un incremento del 6,6% con respecto a la cifra registrada en 2018, medio millón de personas más.
Estos datos se desprenden de la V Edición del Estudio sobre Adicción al Móvil, elaborado por ‘Rastreator.com’, que analiza el comportamiento de los españoles frente al teléfono móvil.
Este análisis desvela que los españoles usan cada vez más el smartphone, una media de 4 horas y 22 minutos al día, media hora más que en 2018 y una hora más que hace dos años. Además, seis de cada diez españoles reconocen que lo primero y lo último que hacen cada día es mirar su teléfono móvil -una cifra 10 puntos por encima de la registrada el pasado año, y un 24% de los españoles asegura estar pegado a su teléfono durante más de cinco horas al día.
Asimismo, 3,14 millones de españoles (11%) aseguran que no podrían estar más de una hora sin su móvil. En cuanto al tipo de actividad que se realiza con los smartphones, el uso más extendido es el de consultar las redes sociales (20%), por delante de otros aspectos más tradicionales como realizar llamadas telefónicas (18,5%) o la gestión del correo electrónico (14,4%).
Estas cifras evidencian que en nuestro país existe una dependencia creciente de los dispositivos móviles que, en algunos casos, puede derivar en problemas graves como la adicción. Durante el periodo de vacaciones, con un mayor espacio para el ocio, este riesgo se eleva.
Según Álvaro Bas, director de desarrollo de negocio de Rastreator.com, “la constante conexión y el acceso a la información que proporcionan los teléfonos inteligentes ha convertido estos dispositivos en un imprescindible para millones de usuarios. De hecho, la tasa de penetración sigue creciendo en España, alcanzando el 96% de cuota de mercado[2]. Este uso masivo conlleva cambios de hábitos que no siempre son positivos, como es el caso de la falta de desconexión o de socialización. De hecho, el 57% de los españoles afirma que necesita estar conectado cuando viaja y casi la mitad de los encuestados (42,6%) asegura que no se despega de su teléfono, ya que publica fotos de sus viajes en sus redes sociales durante el período vacacional”.
Los jóvenes y el uso del móvil
La mayor incidencia de este fenómeno de adicción al móvil se registra entre los jóvenes de entre 18 y 24 años. Así, con una media diaria de 6 horas y 48 minutos de consumo, casi la mitad de los jóvenes (47%) se considera adicto a su smartphone, unos dos puntos más que en 2018.
Los jóvenes consumen 2 horas y 24 minutos más que la media nacional y el doble que los españoles mayores de 55 años. De hecho, tres de cada 10 padres consideran que sus hijos pasan demasiado tiempo pegados a la pantalla de su teléfono.
Cabe destacar que, aunque el uso de este dispositivo es común a todas las edades, el uso que se le da varía entre generaciones. De hecho, solo el 9,5% de los jóvenes encuestados afirma utilizar su smartphone para realizar llamadas telefónicas, frente al 48% de mayores de 45 años. Sin embargo, el 35% de los jóvenes españoles dedica la mayor parte del tiempo a consultar sus redes sociales, 15 puntos por encima de la media.
Las españolas, más apegadas a su smartphone
Las mujeres son más propensas al uso del móvil, de hecho, lo utilizan una media de 4 horas y 47 minutos al día, 50 minutos más que los hombres. Asimismo, casi el 28% de las mujeres encuestadas afirma que utiliza su smartphone más de 5 horas al día, frente al 20% de los hombres.
Por otro lado, el uso que se le da a estos dispositivos también varía por géneros, mientras que para las mujeres el uso principal se centra en la consulta de sus redes sociales, en el caso de los hombres son las llamadas en lo que invierten más tiempo.
Consejos para no caer en la adicción al móvil
Daniel Peña, doctor en Psicología y Ciencias de la Conducta y experto en adicciones a las nuevas tecnologías, traslada unos consejos sencillos pero útiles a la hora de intentar combatir esta adicción tan extendida entre los españoles.
1. Conócete a ti mismo
La inseguridad, falta de confianza en con nosotros mismos, vulnerabilidad emocional o la necesidad excesiva de aprobación por los otros pueden hacernos más propensos a hacer un uso abusivo del móvil. Conocer estar características y saber cómo influyen en nuestro comportamiento es el primer paso para recuperar el control.
2. Marca períodos con y sin teléfono
Establece períodos específicos y determinados para revisar el móvil y momentos y actividades en los que el móvil esté prohibido. No te centres solo en lo que no debes hacer, sino en qué vas a invertir tu tiempo en vez de mirar el móvil.
3. Conoce los desencadenantes
Hay situaciones externas (sociales) o internas (estrés, aburrimiento…) que desencadenan nuestro comportamiento, hábitos tóxicos que nos hacen estar pendientes del móvil sin ser necesario. Un eslabón inicial puede disparar el siguiente, por lo que el autocontrol es mucho más fácil en los eslabones iniciales.
4. Controla tu atención
La atención es el objetivo mediante el que percibimos el mundo, un filtro que determina la porción del mundo con la que establecemos contacto. Sentimos y reaccionamos a esa parte del mundo y en ocasiones ese filtro se establece como consecuencia de emociones (ej. Miedo) y no por nuestros objetivos, metas, valores…El mindfulness es una excelente forma de entrenar la atención
5. Aplica la racionalidad
A veces el uso del móvil obedece a patrones irracionales de pensamiento como el miedo a perderse algo o a quedarse fuera (FOMO). En estos casos es importante reanalizar nuestra forma de pensar e interpretar la realidad, tratando de hacerla más racional, autónoma y menos dramática.