Todo apunta a que la directiva del Atlético de Madrid ha decidido, al menos en la situación actual, no recibir en el Metropolitano ninguno de los partidos del mundial de 2030, el que España compartirá con Portugal y Marruecos. El motivo es simple: económicamente no tiene sentido ceder el espacio a la FIFA durante varios meses de verano cuando tradicionalmente se celebran los conciertos en el estadio colchonero, para recibir solo un partido o dos, más sabiendo que ninguno de estos será la inauguración ni la final.
Lo cierto es que es una decisión lógica, incluso si para los fanáticos del Atlético de Madrid pueda parecer dolorosa. En cualquier caso, con 5 años de intermedio entre la decisión y el inicio de la competición pueden cambiar muchas cosas, pero es evidente que el caos de la puesta en marcha de la competición, cuyo anuncio vino de la mano de toda la crisis reputacional de la RFEF por el caso de Rubiales, le ha quitado brillo al torneo antes incluso de que se confirmen todas las sedes.
También es cierto que parte del reto para el estadio Metropolitano era la cercanía con el estadio del Real Madrid. La ubicación céntrica del Santiago Bernabéu, la imposibilidad de realizar eventos musicales por la construcción del feudo madridista y la apuesta de los de Florentino Pérez de que el estadio merengue reciba la final del evento, algo que también busca Marruecos, han reducido las opciones de los rojiblancos de recibir algún partido de alta envergadura.
Se suma lo atractivo que puede ser organizar grandes eventos musicales justo en un momento en el que España se llena de turistas extranjeros. La realidad es que pocas veces el país será tan atractivo para un artista como en las semanas de la competición internacional, lo que hace que programar eventos en estos dos meses de 2030 sea especialmente interesante en el aspecto económico
Además, sobre todo tras la aprobación de la nueva ley de consumo alcohólico, es bueno recordar que en España es ilegal la venta de bebidas alcohólicas en eventos deportivos. Es un reto para organizar cualquier evento de este tipo, pero que no aplica para los grandes conciertos y no es difícil imaginar incluso a la FIFA negociando la ubicación de una de las famosas «fan zone» en el estadio, planteada sobre todo para los grandes eventos musicales.
EL METROPOLITANO SE SIGUE VOLCANDO CON LOS CONCIERTOS EN VERANO
Lo cierto es que tras el fracaso del Santiago Bernabéu para convertirse en el nuevo recinto de conciertos español favorito de los artistas internacionales debido a las quejas de los vecinos por el ruido, el Metropolitano ha ido recogiendo los pedazos. El estadio colchonero recibirá este mismo año a Lola Índigo y Dellafuente, y espera por la confirmación de Aitana, además el año que viene recibirá a Oasis y a Shakira, a la espera de que también confirme el boricua Bad Bunny.
En cualquier caso, es una situación que no puede ser eterna. O bien el Real Madrid resuelve el problema de ruido de su estadio, algo que al sol de hoy parece inviable, o bien los artistas tomarán de nuevo el Metropolitano como principal opción para presentarse en Madrid. Será interesante seguir de cerca también que ocurre con el Spotify Camp Nou del Barcelona, que tiene la ventaja de un patrocinador relacionado con la industria musical, aunque la directiva azulgrana ha dejado claro que no intentarán aplicar la misma estrategia que soñaba el club merengue con su nuevo estadio.
EL MUNDIAL SIGUE GENERANDO DUDAS MÁS ALLÁ DEL METROPOLITANO
Lo cierto es que todavía hay dudas alrededor del Mundial, y cómo se repartirán las sedes entre los tres países organizadores, además es bueno recordar que Argentina, Uruguay y Paraguay se encargarán de los primeros partidos, lo que puede dejar a España como la sede principal, pero sin ser responsable de la inauguración o la final del torneo, los dos partidos más importantes del mismo.
En cualquier caso, es lógico que el equipo rojiblanco apueste por olvidarse de momento de ser una de las sedes, entre las pocas ventajas económicas de asumir un partido menor y la opción de usar la oportunidad para consolidarse como uno de los recintos de conciertos más importantes de Europa cuando buena parte del planeta esté presente en Madrid y el resto de España por el Mundial.
