El concepto de considerar a nuestras mascotas como “perrhijos” o “gathijos” se ha popularizado, especialmente entre los amantes de los animales que ven a sus mascotas como miembros de la familia. Sin embargo, detrás de la ternura y la devoción que sentimos por nuestros amigos peludos, surge la pregunta: ¿Realmente se puede ser considerado legalmente como padre de una mascota?
Aunque la creciente tendencia a tratar a las mascotas como si fueran hijos puede verse en diferentes actitudes, como vestirse, pasearlas en carritos o celebrar sus cumpleaños, lo cierto es que la ley tiene una perspectiva distinta. En este contexto, es fundamental analizar las implicaciones legales de esta relación tan especial que se establece entre humanos y animales.
La legalidad en la paternidad de mascotas
Desde el 18 de marzo de 2024, se ha abordado este fenómeno con mayor seriedad gracias a la organización Legálitas, que examina la situación legal de los dueños de mascotas. Aunque muchos pueden sentirse como «padres» de sus animales, en términos legales no es posible ser considerado progenitor de una mascota. La legislación actual no reconoce un vínculo de filiación entre seres humanos y animales, ya que la relación de paternidad se entiende específicamente entre padres e hijos, ya sea a través del nacimiento biológico o la adopción.
Este contexto establece que, aunque los dueños pueden aparecer como propietarios registrados de sus mascotas en el Registro de Mascotas de la comunidad autónoma en la que residen, no se puede inscribir a un animal como hijo en el libro de familia. De esta manera, aunque muchos dueños abracen la idea de que sus mascotas son como hijos, la ley no lo valida.
Proceso de adopción de mascotas
Para aquellos que deseen dar la bienvenida a un nuevo miembro peludo a su hogar, es importante conocer el proceso de adopción. La adopción de una mascota implica cumplir una serie de requisitos que aseguran que el nuevo dueño esté completamente preparado para asumir la responsabilidad:
- Ser mayor de edad: Este requisito asegura que el adoptante tenga la capacidad legal para asumir la responsabilidad de un animal.
- Tener una vivienda adecuada: Los propietarios deben asegurarse de que su hogar, ya sea propio o alquilado, sea un lugar adecuado para la mascota. En el caso de alquiler, es importante que el contrato no prohíba la tenencia de animales.
- Compromiso de cuidados: El adoptante debe estar dispuesto a proporcionar los cuidados necesarios para el bienestar del animal. Esto incluirá no solo alimentación, sino también atención médica.
- Prohibición de la crianza: Los adoptantes no deben destinar a sus mascotas a la reproducción, contribuyendo así a la sobrepoblación de animales.
- Notificación a las asociaciones: Cualquier cambio significativo en la vida del animal o del adoptante debe comunicarse a la asociación donde se realizó la adopción.
- No abandono: Esta es una de las normas más importantes, asegurando que los adoptantes se comprometen a cuidar de su mascota a lo largo de su vida.
Permisos laborales y otros derechos
Un aspecto importante a considerar es el derecho a permisos retribuidos en el entorno laboral en caso de la muerte o una operación considerable de una mascota. Actualmente, la legislación laboral no contempla ningún permiso retribuido por estos motivos. Sin embargo, algunos convenios colectivos o acuerdos de empresa pueden incluir disposiciones al respecto, lo que podría ofrecer apoyo a los dueños que atraviesan estas difíciles situaciones.
Por tanto, si bien no se reconoce legalmente a las mascotas como hijos, hay un creciente entendimiento de que el vínculo emocional que los dueños desarrollan con ellas es profundo y significativo. Esto ha llevado a más empresas a considerar el bienestar de los empleados que son dueños de mascotas, aunque no haya una legislación nacional que los apoye en este sentido.
La libertad de hacer que nuestras mascotas se sientan como parte de la familia
Pasear a las mascotas en carritos, vestirlas con atuendos encantadores y otra variedad de prácticas que iluminan la paternidad animal están en auge. La legislación no prohíbe estas actividades siempre que se realicen con respeto hacia el bienestar del animal. En este sentido, los dueños son libres de expresar su aprecio hacia sus mascotas de la manera que les parezca más apropiada.
Sin embargo, también se debe tener en cuenta que los dueños tienen la responsabilidad de cuidar a sus animales. Si no lo hacen adecuadamente, podrían enfrentar consecuencias que podrían considerarse negligencia. Es esencial que los propietarios asuman de manera responsable las obligaciones que vienen con la tenencia de una mascota, como garantizar su salud y protección.
Consideraciones en caso de separación o divorcio
Una de las interrogantes que surgen en la discusión de la paternidad de mascotas es cómo se gestionan en situaciones de separación o divorcio. En 2021, se estableció una reforma en el Código Civil de España que establece que los animales son “seres vivos dotados de sensibilidad”. Esta designación permite que las mascotas sean consideradas en los convenios de separación y divorcio, donde se puede regular su tenencia y los costos asociados con su cuidado.
Esto significa que, en situaciones de separación, los dueños pueden acordar cómo se dividirá el tiempo que cada uno pasa con la mascota y quién será responsable de los gastos relacionados con su cuidado. Estos gastos pueden incluir alimentación, cuidados veterinarios y cualquier otro gasto necesario para garantizar el bienestar del animal. Esta evolución legal puede tener un impacto profundo, ya que reconoce la importancia emocional que las mascotas tienen en nuestras vidas.
La cuestión de si se puede ser “padre” de una mascota sigue generando debate. Aunque las leyes actuales no permiten considerar a las mascotas como hijos, la conexión que muchos sienten hacia sus animales de compañía es real y significativa. Este fenómeno ha impulsado cambios en la percepción social y legal sobre los derechos y responsabilidades de los dueños de mascotas.
A medida que avanzamos hacia una mayor comprensión de la importancia de estos lazos, es posible que veamos una evolución en la legislación que respalde de manera más sólida la relación entre humanos y sus mascotas. Al final, lo que importa es el amor y el compromiso que los “padres” de mascotas muestran hacia sus animales, asegurándose de que vivan vidas felices y saludables.