Este año 2025, miles de mujeres en España, que se han dedicado a ser amas de casa, podrán acceder a una ayuda, pensión no contributiva (PNC) de 564,7 euros mensuales, siempre que cumplan con los requisitos establecidos por la Seguridad Social. Esta es una medida que representa un logro para este sector de la población, se trata de un respaldo económico para un colectivo integrado mayoritariamente por mujeres mayores de 65 años que han dedicado su vida a cuidar del hogar, sin haber cotizado lo suficiente, para poder acceder a una pensión contributiva en su vejez.
Se trata de hacer justicia, a un sector que ha pasado desapercibido durante años, de reconocer un trabajo realizado en silencio. La prestación, gestionada por las comunidades autónomas, garantiza un ingreso mínimo anual de 7.905,8 euros para quienes acrediten residencia en España durante al menos diez años y carezcan de recursos suficientes.
Para solicitar esta ayuda, las interesadas deberán acudir a los organismos competentes de su comunidad autónoma, salvo en Ceuta y Melilla, donde el trámite se realiza a través del IMSERSO. Pero además, esta prestación está condicionada a los ingresos del solicitante y su unidad de convivencia, con umbrales específicos según el número de personas en el hogar.
Es una medida además, que aparece en un contexto económico complejo, en el que la revalorización de las pensiones sigue siendo un tema clave en muchas familias. Se trata de una iniciativa que representa un reconocimiento al trabajo no remunerado que muchas mujeres han desempeñado durante décadas y que, hasta ahora, no tenía reflejo en su protección social.
Quién puede acceder a la prestación y cuáles son los requisitos
Las amas de casa que nunca han cotizado o que no han alcanzado el mínimo exigido para una pensión contributiva pueden acceder a esta ayuda, siempre que cumplan con ciertos requisitos. En primer lugar, es imprescindible haber cumplido 65 años y acreditar residencia en España durante al menos diez años, de los cuales dos deben ser consecutivos e inmediatamente anteriores a la solicitud.
Además, para poder beneficiarse de esta pensión no contributiva, es necesario demostrar que no se cuentan con ingresos suficientes, es decir, que los ingresos anuales sean inferiores a 7.905,80 euros si la persona vive sola.
El límite de ingresos varía si la solicitante convive con familiares. Es decir, si la persona reside únicamente con su cónyuge o parientes consanguíneos de segundo grado, el límite de ingresos se sitúa en 13.439,86 euros anuales para dos convivientes y además este monto puede aumentar progresivamente según el número de personas en el hogar.
Por otro lado, si en la unidad familiar hay padres o hijos, los límites son aún más amplios, alcanzando hasta 61.269,95 euros anuales para cuatro convivientes. Esto garantiza que quienes realmente lo necesitan puedan acceder a la ayuda y mejorar su calidad de vida en la etapa de jubilación. Lo dicho, es una medida que viene a hacer justicia en un sector olvidado.
Cuánto dinero se cobra y cómo varía según la situación familiar
Las beneficiarias de esta prestación recibirán una paga mensual de 564,70 euros, lo que equivale a un total de 7.905,80 euros al año, distribuidos en 14 pagas. Este monto está diseñado para garantizar un mínimo de ingresos a quienes no han podido cotizar lo suficiente para acceder a una pensión contributiva, reconociendo así el trabajo no remunerado que han desempeñado en sus hogares durante toda su vida.
Ahora bien, no todo es tan bonito como parece, hay detalles que se deben tener en cuenta, el importe puede verse reducido si la beneficiaria cuenta con otras fuentes de ingresos. En caso de que estos superen el límite mínimo establecido, pero sigan estando por debajo del límite máximo permitido, la cuantía de la prestación se ajustará de manera proporcional.
Esto significa que el Estado busca equilibrar la ayuda en función de la situación económica de cada solicitante, asegurando que aquellas en mayor vulnerabilidad sean las que reciban el apoyo más completo. Una planificación con la que todos no están de acuerdo, sin embargo, el poder garantizar unos ingresos mínimos mensuales a mujeres que han dedicado su vida entera al cuidado de los demás, es hacer justicia.
Dónde y cómo solicitar la ayuda para recibir los 564 euros al mes
Para solicitar esta prestación, las amas de casa que cumplan con los requisitos deben dirigirse a los organismos competentes de su comunidad autónoma, así de sencillo es el proceso de solicitud, ya que la gestión de estas pensiones no contributivas recae en las administraciones autonómicas. Excepto, Ceuta y Melilla, el proceso se lleva a cabo a través del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO).
El proceso de solicitud se puede realizar de dos maneras, presencialmente en la sede que cada Comunidad Autónoma designe para dicho fin, o a través de plataformas digitales habilitadas para facilitar el trámite. Es fundamental presentar la documentación requerida, que incluye el DNI, certificado de empadronamiento y justificantes de ingresos, entre otros. Además, se recomienda solicitar cita previa para evitar demoras y asegurarse de cumplir con todos los pasos necesarios.
Pero, no todo es tan fácil como presentar la documentación y empezar a cobrar, una vez presentada la solicitud ante el organismo correspondiente, las autoridades estudiarán el caso y, si se aprueba, la persona comenzará a recibir el pago mensual correspondiente. Esta ayuda supone un alivio económico para muchas mujeres que han dedicado su vida al hogar y que, hasta ahora, no contaban con una prestación que reconociera su esfuerzo.