Nadie se explica muy bien el efecto que tiene Kylian Mbappé en los equipos donde juega
El rendimiento individual de Mbappé hasta ahora, en su carrera, está fuera de toda duda. Para la gran mayoría estamos ante el mejor futbolista del mundo. Ahora bien. ¿Cómo es posible explicar el rendimiento de sus equipos? Porque ni el PSG, ni la selección de Francia, ni el Real Madrid han logrado que sus equipos jueguen bien. Viven o han vivido a base de individualidades. Pero no parece haber un plan.
Y eso que en torno a Mbappé, generalmente, hay otros jugadores de clase mundial. Por ejemplo, en la selección francesa coincidió en una Eurocopa con el mejor Griezmann y el mejor Benzema. En Paris formó un tridente histórico con Neymar y Messi. Ahora en Madrid juega al lado de Vinicius, Rodrygo y Bellingham.
Mbappé cambia a Real Madrid y PSG
Es muy difícil de explicar lo que sucede. Pero este año hay dos ejemplos clarísimos. El Real Madrid, que venía de ganar la Champions League y LaLiga, con un gran fútbol, fichó a Mbappé. Lo lógico era que arrasaran. Sin embargo, están sufriendo más que nunca, no juegan bien, sobreviven a base de impulsos individuales y, peor aun, juegan mejor cuando falta Mbappé o Vinicius.
El otro ejemplo es un PSG que perdió a Mbappé y no fichó nada reseñable. Sin embargo, ahora es de los equipos que mejor juegan de Europa y se acaban de cargar al Liverpool en Anfield. El Real Madrid era mucho mejor que el PSG de Kylian, pero ahora el PSG parece mejor que el Real Madrid… de Mbappé. No, nos hemos vuelto locos. Aunque lo parece.
Su estilo no favorece jugar bien
La selección de Francia en los últimos años siempre ha tenido el mejor equipo. Y ganó el Mundial de 2018. Sin embargo, nunca han transmitido la sensación de jugar bien. De hecho, han sido más los fracasos, como en las últimas eurocopas, que los éxitos. En Francia le echaban la culpa a Deschamps, pero ahora que le ha entrenado Luis Enrique o Ancelotti, la excusa del entrenador ya no cuela.
Da la sensación que el propio Mbappé necesita correr y ser muy individualista para brillar en su juego. Y esa forma de jugar no se adapta a un equipo grande, lleno de grandes jugadores que también necesitan el balón. Parece increíble que ningún entrenador haya encontrado la forma de jugar bien al fútbol mientras el francés destaca. Ancelotti sigue intentándolo.