El Real Zaragoza necesita reconducir su situación de inmediato
El Real Zaragoza ha decidido prescindir de Miguel Ángel Ramírez como entrenador del primer equipo tras una racha de resultados que ha llevado al equipo a acercarse peligrosamente a los puestos de descenso. En lo que va de 2025, el conjunto aragonés solo ha conseguido una victoria y cuatro empates, cifras que han terminado por sentenciar a Ramírez, incapaz de revertir la dinámica negativa.
La directiva del club ha tomado esta decisión con el objetivo de dar un giro inmediato a la situación y evitar que el equipo se vea aún más comprometido en la lucha por la permanencia. La falta de solidez defensiva, la escasa generación de juego ofensivo y la ausencia de victorias han sido determinantes en la caída del técnico, cuyo paso por el banquillo zaragocista ha sido más breve de lo esperado.
JIM retira a Ramírez
Para sustituir a Ramírez, el Real Zaragoza ha apostado por un viejo conocido, Juan Ignacio Martínez, más conocido como «JIM». El técnico alicantino ya dirigió al equipo entre 2020 y 2022, etapa en la que logró la permanencia en Segunda División en circunstancias complicadas. Ahora, su misión vuelve a ser la misma, pero con el añadido de tener que reconstruir un equipo desmoralizado y sin confianza.
JIM es un entrenador con experiencia en situaciones de crisis y su conocimiento del club puede ser un factor clave para lograr una reacción inmediata. Su discurso optimista y su cercanía con los jugadores son aspectos que la directiva espera que sirvan para cambiar la dinámica negativa que ha arrastrado al equipo en los últimos meses.
Objetivo: evitar el descenso y construir el futuro
La principal prioridad de JIM será sumar puntos cuanto antes para alejar al Zaragoza del descenso y recuperar la estabilidad en el vestuario. Con 12 jornadas aún por disputarse, el equipo aragonés tiene margen para corregir el rumbo, pero necesita encontrar una identidad clara de juego y, sobre todo, volver a ser competitivo en cada partido.
Más allá de la urgencia por salvar la categoría, el regreso de JIM también responde a la intención del club de asentar unas bases sólidas para el futuro. La directiva quiere evitar que el equipo vuelva a verse en una situación límite en los próximos años y, para ello, confía en la experiencia y el liderazgo del técnico alicantino. Su reto no será solo mantener al Zaragoza en Segunda División, sino también devolver la ilusión a una afición que ha vivido demasiadas decepciones en las últimas temporadas.