La mentalidad de Endrick gana enteros con Ancelotti, mientras que otros jugadores no están por esa labor
Las palabras de Carlo Ancelotti en el Real Madrid sobre el entorno de Arda Güler demuestran que la relación está lejos de ser idílica. Una posición que contrasta del todo con lo reflejado por Endrick. Y es que, según las informaciones, tanto Güler como Endrick ambos sabían lo que había desde un primer momento con sus respectivas suplencias.
Sin embargo, el brasileño se ha remangado para poder dar el máximo en los pocos minutos que dispone para convencer a Ancelotti: «Él ha pensado que si aprovecha los cinco minutos que le dan y si su entorno se comporta bien, puede tener una oportunidad». Algo que, según está viendo el italiano, no está haciendo Güler.
Endrick da el máximo para convencer a Ancelotti, pero Güler no actúa igual con las suplencias
O lo que es lo mismo; el jugador turco ha optado por una forma completamente distinta de gestionar la suplencia: «El otro día tuvo que decirle ya públicamente que decirle que tiene un entorno que habla demasiado. Lo que le habrá llegado a Ancelotti para que haya dicho eso«, comentó Antonio Romero en El Larguero de la Cadena SER.
«Él (Güler) pasa mucho tiempo con otras personas», mantiene. No sé si tienen la misma idea que tengo yo con él para que mejore y pueda jugar en el Real Madrid. Esto es una falta de comunicación. Bajo su punto de vista, el jugador tiene que adaptarse a la situación actual del equipo, a diferencia de lo que acomete Endrick.
«No quiero ver a un jugador feliz cuando no juega. Veo a un jugador que trabaja, aprende y quiere jugar»
«Es un proceso para él y para todos los jóvenes. Pasó con Rodrygo, Vinicius, Valverde… Güler necesita tiempo para incorporarse a la mejor plantilla del mundo. Todo el mundo lo entiende y el que no lo entienda, tiene que hacerlo», comentó el periodista de la Cadena SER en el programa de Manu Carreño.
Carlo Ancelotti, un maestro en la gestión de vestuarios, lo tiene claro: «No quiero ver a un jugador feliz cuando no juega. Veo a un jugador que trabaja, aprende y quiere jugar«. Y eso es precisamente lo que ha hecho Endrick. Su mentalidad competitiva y su capacidad para marcar diferencias desde el banquillo han convertido su rol en el equipo en una pieza clave del esquema blanco.