Preparar albóndigas parece una tarea compleja, sobre todo cuando se trata de igualar la receta de la abuela, de esas albóndigas jugosas que te hacen retroceder en el tiempo y volver a las visitas domingueras que hacíamos a la casa de la abuela. Y admitámoslo, lo más cerca que hemos llegado a las albóndigas de supermercado, pero hoy te demuestro que no es tan difícil como parece.
¿Quién no ha pensado alguna vez en preparar unas albóndigas caseras? Es un plato que siempre evoca a la cocina de las abuelas, esos aromas que inundan la casa y te hacen sentir como en casa, ¡aunque no estés en la tuya! Hoy te traigo una receta para hacer albóndigas jugosas en 30 minutos que te harán olvidar esas de supermercado. Y lo mejor de todo, ¡es facilísimo!
1Preparando la carne: el secreto para unas albóndigas jugosas

Para empezar, necesitas una buena carne picada. Puedes usar de ternera, cerdo o una mezcla de ambas, ¡a tu gusto! Lo primero que haremos es poner la carne en un bol grande. Exprimimos un limón por encima (esto le dará frescura y ayudará a que queden más jugosas las albóndigas), le añadimos sal y pimienta al gusto y, por supuesto, un toque de pan rallado para darle cuerpo a la mezcla. Con las manos bien limpias, comenzamos a mezclar todo muy bien.
Una vez que tengas la mezcla lista, bate un huevo y añádelo a la carne. Esto le aportará textura y es lo que las hará pegajosas y jugosas. Mezcla todo hasta que se integre bien, y deja reposar unos 10 minutos. Así, los ingredientes se asientan y se mezclan mejor. ¡Es importante que no saltes este paso! El reposo parece ser la clave del éxito.