La exposición de Andy Warhol en la Fundación Canal ya es una de las más exitosas en Madrid. Se trata de una muestra con un total de 134 piezas creadas por el artista estadounidense en un periodo que abarca desde 1962 hasta el final de su carrera. Los pósteres de Warhol se presentan como una muestra tangible de su genio, que profundiza en su legado y demuestra cómo el arte y la publicidad se fusionaron en su obra.
La obra de Warhol ha sido objeto de muchas exposiciones en nuestro país, pero él sólo visitó en una ocasión España. Fue en mayo de 1983 con motivo de la exposición Cruces y pistolas en la Galería Fernando Vijande de la capital de España. Fue con el Bienvenido, Mr. Marshall de la posmodernidad. En los actos alrededor del padre del pop-art se dieron cita miembros de la Jet Set con los protagonistas de la Movida madrileña. Dos realidades que coexistían en la capital que crisolaron con la llegada del pintor estadounidense. Ana Obregón y Marita March compartieron fiestas con Fabio Mcnamara y Paloma Chamorro.
Por eso, fiestas, hubo muchas. Todo el poderío de las familias bien se mostró ante el amigo americano. La visita del artista dio para todo tipo de anécdotas que algunas lindan con la leyenda urbana. Así cuentan que durante su visita al Museo del Prado sólo se emocionó con la tienda de regalos en la que adquirió una cartulina de Las meninas. Sin embargo, la realidad es que aunque visitó el famosísimo cuadro de Velázquez, lo que más le interesó fueron las pinturas negras de Goya porque las que siempre había mostrado interés.
WARHOL A MCNAMARA: «YOU ARE A STAR»
Con la Movida no hubo una conexión especial y eso que muchos de sus máximos representantes, como Alaska, hablaban de Warhol casi como un padre espiritual. Apenas habló con nadie. Las señoras bien se encontraron con un señor extravagante al que no encargaron ningún retrato bien remunerado y los modernos con un ser que casi no despegaba los labios. Eso sí, cuando vio en una fiesta a Fabio Mcnamara se dirigió a él para decirle:”You are a star”.
En esos años el cantante hacía dúo musical con Pedro Almodóvar que, por supuesto fue invitado a todos los actos en honor a Warhol, donde le presentaban como el Warhol español. Cuando el estadounidense, harto de la coletilla, preguntó al manchego por esa comparación, éste se encogió de hombros y dijo: “Supongo que porque yo también hago películas de travestis”.
En otra de las fiestas en su honor se celebró en casa de los banqueros March hubo varias actuaciones en su honor. En esa misma fiesta fue en la que Fabio Mcnamara se lanzó a la piscina de la casa porque había un billete de 100 dólares. Antes habóia posado para la cámara de Pablo Pérez Mínguez junto a un Roll Royce. La alta sociedad nacional estaba deslumbrando a los reyes de la Movida Madrileña con la excusa de la visita de Warhol.
ALASKA, DESCONOCIDA PARA WARHOL
Entre las acutaciones que tuvieron lugar en el escenario improvisado en la mansión Marcha estuvieron Alaska y Dinarama. Warhol que no paró de hacer fotos a todo el mundo también capturó con su polaroid a Olvido Gara. En su etapa final el mítico pintor hizo una serie de cuadros usando las fotos de sus polaroids. También lo hizo con la que tomó de Alaska que hoy cuelga en un museo alemán bajo el nombre de Mujer Desconocida.
“Hubo una fiesta y ‘Dinarama’ tocábamos. Y ahí estaba Warhol. Yo estaba pensando: ‘bueno, esto es lo máximo que me puede pasar en la vida’”, contaba ella recientemente en una charla con Vicky Martín Berrocal.
“Un día, un amigo está en una exposición y me llama y me dice ‘te estoy viendo’”. En un museo, porque hay una exposición de Warhol”, contaba sobre cómo descubrió que formaba parte de la obra de Warhol. El artista que tanto le había inspirado en su adolescencia le había convertio en parte de su obra sin saberlo. El único retrato que Warhol hizo en su visita al Madrid de los 80.
EL ENCUENTRO DE WARHOL CON PITITA RIDRUEJO
Hablar, como hemos dicho, no lo hizo casi con nadie. Sólo dio una entrevista durante su visita en España y fue a la revista Tiempo. El director de la publicación, Julián Lago, decidió que fuera Pitita Ridruejo quien se encargara de entrevistar en el hotel Ritz al pintor.
Mujer de embajador, musa de Francisco Umbral y debota creyente en las aparciones marianas, Pitita contaría en sus memorias que cuando llegó a hacer la entrevista se encontró con la habitación completamente destrozada. Aún así realizó la entrevista con toda tranquilidad. Cuando ésta terminó Warhol le preguntó si no le había sorprendido el estado de la habitación. «Supuse que había tenido un discusión con su novio y no quise ser indiscreta», fue la respuesta de la socialité.
Warhol se fue de Madrid sin hacer un retrato de ninguna dama de alta sociedad, pero una de sus miembros sí lo retrató a él. Aunque para retratos, el involuntario que realizó a Alaska, desconocida para él. Yo lo pronosticó él: «Todo el mundo tiene derecho a 15 minutos de fama». Así fue su paso por Madrid. Llegó, fotografió y guardó silencio.