Barei se aferra al pop en su disco ‘Trece’: «Melody es una representante perfecta para Eurovisión»

Volver a la palestra pública tras una larga pausa siempre es complicado. Sin embargo, para Barei es también una liberación, la cantautora, que saltó a la fama tras su paso por Eurovisión en  2016 acaba de publicar su disco ‘Trece’ un disco completo en español donde además deja que los chelos y los violines entren a su sonido electrónico.

Celebrando el lanzamiento del disco, la artista se reunió con el Diario Qué!, para hablar de las nuevas canciones, de su inspiración y de la nueva candidatura de España para Eurovisión. 

Pregunta: ¿Por qué disco? ¿Por qué no coleccionar sencillos y después sacar una compilación? ¿Por qué un disco de concepto?

Respuesta:  Creo que es porque ha sido un proceso personal a través de un proceso musical. Entonces, el proceso no podía hacerse en cuatro canciones. Creo que todo este proceso requería de más temas para poder comunicar y compartir todas esas cosas que yo he transitado en estos últimos años y que me han ayudado tanto a identificar mis heridas de infancia, mis conductas de adulta que quiero cambiar, mis patrones que ya no quiero repetir, los duelos, el ego, el agradecer, el soltar, una serie de cosas que creo que en cuatro canciones no da para tanto. 

Entonces, bueno, me apetecía atreverme, quizá, porque suelta un poco la presión y el apego que tenía antes al resultado de decir, lo comprarán, no lo comprarán, gustarán o gustará, escucharán solo dos canciones y el resto no, ¿qué pasará?. Entonces, con esa presión no me permitía a lo mejor hacer un disco en que me apeteciera y tuviera 13 temas o 10 para hacerlos, pero en este caso es como que me he permitido hacer lo que me apetecía hacer sin pensar mucho en lo que pueda pasar, solo desde el propósito de acompañar.

Y creo que para acompañar a alguien en todos esos procesos necesitaba extender esa creatividad, que no fuera solo cuatro temas.

Pregunta:  hablas de’ Ya no va conmigo’ como un punto además de inflexión, como un punto de cambio del tono del disco. ¿Me puedes contar un poquito la historia detrás de la canción?

Respuesta: ‘Ya no va conmigo’ es el punto de inflexión, porque es el disco empieza con mucho dolor, con mucha vista atrás de cosas que no había solucionado, de heridas que tenía abiertas. Y ‘Ya no va conmigo’ es un poco ese punto en el que te das cuenta de que ya las has transitado, ya ha cambiado algo dentro de ti y ya no eres la misma persona y, por lo tanto, no te puedes vincular y relacionar desde la misma manera ni de la misma forma. Yo me vinculaba mucho siempre desde el drama y desde el victimismo y desde el ego.

Entonces te das cuenta de repente de por encajar, todo por encajar, por sentirme querida, por sentirme aceptada, por la apropiación externa. Y al final muchas cosas que no me nutrían, las mantenía en mi vida cuando en realidad no me estaban construyendo, sino todo lo contrario, o yo no estaba siendo la persona que quiero ser por intentar encajar ahí.

Entonces de repente te das cuenta de que ya no va contigo y que no pasa nada, que le deseas todo el bien del mundo a todas esas personas que te han acompañado en esos momentos y con las que tú has querido encajar. Hablo de amigos, familia, trabajo. Por eso sale una niña de pequeñita y se refleja.

Esto no es totalmente autobiográfico. Es decir, aquí se ponen historias que no tienen por qué ser las mismas que yo he vivido. Pero sí es verdad que esa niña en el vídeo, lo que hace de mí de pequeña, lo que hace es todo el rato como someterse a lo que se supone que debe hacer para que la acepten.

Y llega un punto de cuando ya es adulta y se da cuenta de que el valor se lo da ella, rompe con eso y dice, esto ‘Ya no va conmigo’, rompe esos patrones. Creo que todos y todas tenemos patrones que hemos desarrollado desde chiquititos y que a veces no sabemos ni cuáles son, pero los seguimos llevando a cabo.

Y es un poco ese punto de inflexión por eso. Porque a partir de ahí en el disco habla también mucho más de paro, me doy mi tiempo, me cuido, me permito, me priorizo en los demás temas, en muchos temas que se vienen después.

Pregunta: Pero sí quería preguntarte puntualmente por el director del vídeo, Jordy Molina, que es el colorista de 30 monedas, que es una persona con muchísima experiencia. ¿Cómo fue esa presión de colaboración? Porque, al final, una canción tan personal, contar con otra persona para que colabore contigo, parece delicado.

Respuesta:  A Jordy Molina, que ya le conozco de antes, ya lleva, este es el tercer videoclip que hace conmigo. Empezó con ‘Desordenada’, que fue el tercer single, luego hizo ‘Cuéntame qué te pasa’ y ahora es el tercer vídeo que hago con él. Y he seguido trabajando con él por ese motivo, porque pocas veces me he encontrado con realizadores o directores de videoclips, que es muy lícito, pero a mí me ha dificultado un poco, que no quieran hacer su marca y que realmente se adapten a lo que tú quieres.

Entonces, yo, sabiendo lo personal que es, precisamente por eso, porque es muy personal, está muy abierto a que yo le diga, por aquí sí, por aquí no, esto no va conmigo, esto sí va conmigo. Y es verdad que esta idea se la dimos Gigato y yo. Gigato es una chica con la que trabajo yo a diario, mano a mano, que hace, lo diré, arte creativo y toda la dirección de arte.

Y me dijo, vamos a hacer el guión bien hecho nosotras y luego se lo pasamos a Jordi, porque lo ejecuta muy bien. O sea, él, aparte del color, es una pasada. El color del videoclip me parece espectacular.

Y claro, es que él es colorista. Entonces, cuando veo el resultado, es como, wow, Jordy. O sea, es como está tratado todo, el color, la piel, todo, lo trata increíble.

Y es eso, me permite hacer los cambios que necesito. No se lo toma personal. No va desde el ego.

Acepta que yo quiero una cosa y que a lo mejor no es la que quiere él, pero entiende que al final la que va a dar la cara soy yo y que tengo que estar contenta con el resultado. Entonces, no es nada difícil, por muy personal que sea, trabajar con una persona que tiene esa disponibilidad, esa apertura de decir, dime lo que quieras que no me lo voy a tomar personal. Por eso, trabajar con él es una gozada.

Pregunta:  ¿Cómo llegan las cuerdas al disco y cómo juegas con ellas, sobre todo, para que se escuchen las dos cosas en proceso de producción, a la hora de componer?

Respuesta: Pues, mira, llega porque cuando yo empecé a crear este disco y a compararlo con Antonio Escobar y con Jonathan Ponce, Antonio me dijo, ¿sabes lo que quieres hacer? Le dije, no tengo ni idea.

No sé ni siquiera si quiero hacer esto. O sea, no sé ni siquiera si quiero volver a la música. No lo tenía muy claro. Como compositora sí, pero como artista. Como artista. Digo, no lo tengo muy claro. Entonces, él me dijo, bueno, vamos a empezar a crear. Déjate llevar. Vamos a ver qué fluye, qué sale en el momento en el que estás vital.

Me dice, pero sí te voy a decir que yo te veo así en un show. Me dijo, te voy a decir como hoy te veo yo. Estábamos con el primer tema, con ‘Cómo Dolisteis’. Cuando ‘Desordenada’ fue el que empezamos a componer el primero, pero luego salió el tercero. Y me dijo, yo te veo así. Te veo en un escenario con todo mujeres, con mucha cuerda.

O sea, con predominancia de la cuerda porque te gusta lo emocional y te gusta tocar la fibra. Y las cuerdas, obviamente. A quién no le toca un violín, hay ciertos instrumentos, ciertas vibraciones que nos, que resuenan con nosotros y que nos generan algo en el cuerpo. Entonces, me dijo, yo te veo así y te veo con la base electrónica que te caracteriza. Eso es lo que yo veo.

Entonces, yo le dije, bueno, pues es que me ha encantado. La puesta en escena me parece brutal, que me veas así. No es un formato que yo haya visto, la verdad. No lo he visto en otras personas. Me gusta y digo, pero ¿por qué no lo hacemos al revés?

¿Por qué no sabiendo que el show va a ser eso, por qué no creamos el disco ya sabiendo lo que vamos a crear después? Normalmente, se hace al revés. Tú produces el disco y las canciones y luego adaptas, pues tengo esta formación con estos instrumentos, voy a adaptarlo.

O tengo un acústico, pues lo hago con banda, sin banda, con un pianista y una guitarra. Y en este caso fue, queremos que esto sea el show, vamos a hacer un disco que suene a ese show, no al revés. Y por eso las cuerdas son como el pegamento a través de los 13 temas y tienen tanto, tanto poder y tanta predominancia.

Porque además las letras son bastante reflexivas e introspectivas. Y creo que la emocionalidad que le da ese sonido de las cuerdas hace que te genere algo, que te conecte con ese punto introspectivo, de reflexión, de emocionalidad.

Pregunta: Entonces quería no irme sin preguntarte por el tema del idioma. Tú tienes muchos discos y canciones en inglés, vuelves aquí al español. ¿Por qué la apuesta por volver a tu idioma?

Respuesta:  Por ser más honesta, por ser más coherente y por poder ser más espontánea a la hora de contar historias. No quería tener que buscar la palabra perfecta, que cuadre, que encaje, que suene bien. Quería sacar tal cual me viniera, o sea, tal cual lo pensaron, lo sintiera.

Obviamente, luego le das forma, pero es como vomitar, vomitar la emoción, vomitar lo que estoy transitando. Y me parecía que obviamente mi lengua materna no es en inglés, yo no pienso en inglés, yo pienso en castellano. Entonces me parecía que era más coherente y más honesto hacerlo en mi idioma, en mi lengua materna.

Pregunta: Por un poquito profundizar en esta idea, ¿te es más fácil, te sientes más libre componiendo todas las palabras en español que en inglés?

Respuesta:  Me siento, ahora mismo sí, pero es verdad que antes hubo un momento en el que no, porque antes intentaba meter métricas en castellano, que era imposible, se convertía en un trabalenguas. Y yo no soy rapera, si fuera rapera y pudiera hacerlo tan rápido como algunos raperos, podría encajar. Pero esas métricas tan rápidas con las letras que yo quería meter era un trabalenguas, entonces necesitaba la dicción del inglés para que fuera una cosa mucho más fluida y no fuera tan atropellada.

Pero ahora mismo sí veo que he encontrado un punto en el que puedo mantener esas dos cosas, mis influencias, pues desde lo anglosajón, de lo americano, pero con la honestidad de mi idioma.

Pregunta: Creo que es imposible hablar con un artista que ha llegado a Eurovisión sin comentarlo ¿Cómo viste el proceso de selección? ¿Qué puedes recomendarle a quien haya ido a Melody ahora, que vaya a Eurovisión?

Respuesta: Yo decir que me alegro infinito por Melody, porque creo que Melody es una artistaza que lleva toda la vida currando sin parar. Tiene unas tablas, una voz, una manera de moverse, un carisma, una fuerza. Es una diva, como dice la canción. Es que ella es una diva. Es el prototipo de Eurodiva. Entonces creo que es una representante perfecta para Eurovisión. 

En cuanto a las candidaturas y lo que ha habido, a mí me gusta muchísimo, muchísimo Mel Ömana. Me parece que tiene una fuerza esa mujer, es que arrolla con lo que sea. Y además es especial, tiene un punto diferente. Todo, en su forma de mirar, en su forma de moverse, en los gritos que hace, en todo. Es que el baile, la puesta en escena, los cambios de tesitura cantando, de matices, de repente rajar, de repente con medio lírico, de repente la voz aireada, de repente superrápida la métrica, o sea, guau, guau. Tienes que tener unas aptitudes para hacer eso, bestias.

A mí ya me llamó mucho la atención. Había otras canciones que se me quedaban antes por pegadizas, había personas que me llegaban muchísimo como Lucas, por ejemplo, que me, no sé, me generaba algo muy bonito. Y Daniela Blasco, que a Daniela la adoro, porque Daniela es que la conozco desde que es así.

De hecho, sale en un videoclip mío que se llama I don’t need to be you, sale ella y va con el pelo rojo y sale ella bailando. Es muy prota bastante en el video. Si lo veis, en ‘I don’t need to be you’, sale ella. Y pequeñita, hasta en mi casa durmiendo. Yo estaba en su casa en Mallorca, conocía a su familia. O sea, a Daniela la quiero, a Daniela la quiero de verdad.

Pero además me parece que Daniela es una bestia, o sea, es una bestia en el escenario. Y a la vez pienso también que es que tiene 19 años. O sea, va a acabar yendo seguro en algún momento a Eurovisión. Seguro que va. ¿Cuándo? Cuando le toque.

A Melody le tocaba ya. Melody creo que era el momento de estar, ¿no? Era el momento de ponerle ese broche a todo su trabajo. Yo creo que se lo merece muy mucho. Y le deseo toda la suerte del mundo.