En estos últimos meses la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, se ha puesto como objetivo defender y perseverar en la utilidad de lo que ella llama estilo de vida madrileño. Una forma de vivir que tiene varios pilares. Uno de ellos el económico, basado en su baja fiscalidad y las facilidades para crear empresas e inversión, por un lado. Y por otro un modelo ciudadano de servicios de primera clase e los que la inversión publico y privada se mezcla de forma continua, según apuesta la líder madrileña.
Una obsesión en la que pretende sacar pecho de todos los ámbitos, pero especialmente el sanitario. Una arma que la anterior líder de la oposición en la Asamblea, Mónica García, utilizó de forma constante para atacar a Ayuso. Algo que la presidenta quiere evitar en esta legislatura, motivo por el cual en cada aparición ante los medios intenta poner en valor la sanidad madrileña.
MODELO MADRILEÑO
La presidenta de la Comunidad también nunca pierde comba para criticar las medidas sanitarias del Gobierno y últimamente no para de señalar que «la política sanitaria gubernamental es ir contra la carrera de los médicos, abandonar Muface, colapsar a sanidad pública de esta manera, abandonar a los enfermos de ELA y que su ministra hable mal de la mejor sanidad de España, la de Madrid, mientras nos están faltando médicos a todos».
En contraposición Ayuso pone en valor que Madrid tiene la mejor sanidad de Europa, según el último índice de competitividad regional de la Unión Europea. Con las listas de espera más bajas de toda España y 6 de los 10 mejores servicios hospitales del país, según remarcó la presidenta. Además, siempre saca pecho de que Madrid tiene la esperanza de Europa y una de las más altas del mundo.
Ayuso no para de explicar que Madrid es la comunidad con menor tiempo de espera para someterse a una intervención quirúrgica. «Estamos hablando de cuarenta y siete días frente a los 121 de la media nacional», insiste de forma contina la presidenta de la comunidad, entre otras comparaciones similares.
CÓDIGO CRISIS
Y en esta forma de construcción de la supuesta mejor Sanidad de España. La Comunidad de Madrid ha implantado de forma pionera un Código Crisis para casos urgentes de epilepsia en la región. La consejera de Sanidad, Fátima Matute, presentó ayer hoy este protocolo, único en el mundo, en el Hospital público Universitario Clínico San Carlos de la capital que, durante su periodo de creación el año pasado, se ha activado en 1.400 ocasiones, detectando 516 casos.
Matute ha asegurado que, con esta iniciativa, la Comunidad de Madrid “planta cara” a una patología que afecta a 450.000 personas en España. “Según integremos los cuidados, así vivirá un paciente y su enfermedad. Y asignando a la epilepsia actuaciones y circuitos más ágiles y personalizados, también le
dotamos de una mejor atención y calidad de vida”, explicó.
El objetivo de este procedimiento es consensuar recomendaciones comunes y optimizar los recursos y reducir el tiempo de asistencia, mejorar el pronóstico y diagnóstico, administrar una medida terapéutica precoz y garantizar la equidad en el acceso de los afectados en todos los niveles asistenciales.
Este proyecto permite detectar de forma precoz los episodios de mayor riesgo y proveer de una atención rápida, eficaz y sistematizada. Tras la activación del Código Crisis, el enfermo es trasladado en una UVI del Servicio de Urgencia Médica autonómico (SUMMA 112) a uno de los hospitales públicos de referencia que forman parte de esta red: 12 de Octubre, Clínico San Carlos, Fundación Jiménez Díaz, Gregorio Marañón, La Paz, La Princesa, Ramón y Cajal y Niño Jesús, en la capital, Puerta de Hierro-Majadahonda y Getafe.
Tras una evaluación inicial por parte del neurólogo (neuropediatra en el caso de niños), al paciente se le aplica un tratamiento agudo y se le realizan con urgencia análisis y técnicas de neuroimagen, además de un electroencefalograma (la prueba complementaria más importante), para que el enfermo sea dado de alta con el diagnóstico y tratamiento establecidos.
La puesta en marcha del Código Crisis para casos urgentes de epilepsia ha contado con la participación de más de 100 médicos de diferentes especialidades y profesionales de Enfermería. Para alcanzar este hito de la sanidad pública madrileña, se han establecido medidas farmacológicas y no farmacológicas que eviten complicaciones desde los primeros minutos, así como facilitar formación a los familiares y cuidadores de los pacientes.
EQUIPOS MULTIDISCIPLINARES EN HOSPITALES DE REFERENCIA
Los hospitales de referencia disponen de equipos multidisciplinares, con amplia experiencia en el manejo de esta enfermedad; capacidad de hacer electroencefalogramas y TAC urgentes y resonancias magnéticas cerebrales; procesos de realización e interpretación de monitorización prolongada mediante
video electroencefalograma prolongada (continúa en el caso de neonatos); unidad de cuidados intensivos; neurocirujano de guardia; laboratorio, y posibilidad de emplear todos los medicamentos de rescate disponibles.
Los especialistas consideran fundamental llegar a un diagnóstico correcto e instaurar un tratamiento precoz en el menor tiempo desde que se produce un episodio de este tipo, ya que su duración se ha relacionado con el pronóstico. El SUMMA 112 atendió el año pasado a 4.216 personas que presentaban crisis epilépticas con o sin convulsiones, generalmente con un diagnóstico previo, un 5,35% menos que en 2023.