Si eres fanático de Harry Potter, seguro que recuerdas la escena que le rompió el corazón a más de uno: la muerte de Severus Snape (Alan Rickman) en Las Reliquias de la Muerte: Parte 2. Pero pocos conocen los secretos detrás de esta dolorosa escena, ¿sabías que esa escena casi fue muy diferente? Alan Rickman, el inolvidable actor que dio vida a Snape, tuvo que plantarse para evitar que el director cambiara uno de los momentos más icónicos de la saga. ¡Y menos mal que lo hizo!
1El plan original que casi arruina Harry Potter
David Yates, el director de las últimas películas de la saga, quería que Voldemort matara a Snape usando la maldición asesina Avada Kedavra. Sí, el mismo hechizo que mata al instante. Pero Rickman, que entendía a su personaje mejor que nadie, vio el problema de inmediato. Si Snape moría al instante, Harry no habría tenido tiempo de recoger sus lágrimas, esos recuerdos esenciales que revelan la verdadera historia de Snape y su amor por Lily Potter, la madre de Harry. Y es que al final nada es lo que parece y menos en estas sagas llenas de personajes fantásticos.
Rickman no solo pensó que era una mala idea, sino que también predijo la reacción de los fans: «Imposible de comprender, sobre todo la resultante ira de los lectores», escribió en sus memorias Madly, Deeply: Los diarios de Alan Rickman. Y vaya si tenía razón. Pensando en los fanáticos hasta el final.
