Tras varios retrasos el tan esperado Muse Dash ya está disponible para Nintendo Switch de la mano de Pero Pero Games un desarrollador japonés que nos trae este juego runner musical en el que tendremos que pulsar botones al ritmo de la música.
Primero llegó a móviles y ahora ha hecho lo propio en Nintendo Switch, un juego que además pega mucho con la posibilidad híbrida de la consola ya que puede jugarse en televisor grande o llevárnoslo a cualquier sitio, eso si, con cascos, que es lo que recomienda Muse Dash al comenzar para captar toda la esencia del ritmo.
Y es que el ritmo es la clave en este juego en el que tan solo utilizaremos 2 botones en nuestro mando. Un tutorial nos dice cómo hay que jugar. Todo el mundo tiene ritmo, y tenemos que encontrar nuestro ritmo propio en este juego. Con la Y en el mando Pro o Joy-Con daremos golpes a nuestra altura y con la cruceta golpearemos arriba. Los golpes a nuestra altura son rosas y los golpes hacia arriba son azules.
Ya tenemos la base del juego ahora en las más de 30 canciones con todos los DLC’s hasta la fecha incluidos podremos ir combinando estos botones. Cada fase es una canción en la que nuestro personaje va corriendo y se nos interpondrán enemigos a los que deberemos eliminar al ritmo de la canción que esté sonando. Vendrán de arriba y serán azules y también vendrán a altura baja y serán rosas, En ocasiones podremos combinar ambos botones, tendremos que hacer ataques en los que deberemos dejar pulsado lo que se nos requiera en pantalla y a ciertos jefes podremos darles en un corto periodo de tiempo todos los golpes que podamos.
Así pues al ir completando fases se nos irán otorgando estrellas, bonus y experiencia que desbloquearán más cosas. Tenemos tres niveles de dificultad y cuanto mayor sea el nivel, más complicado será y más recompensa se nos otorgará. La dificultad varía en cuanto a cuántas pulsaciones tendremos que dar. En el nivel fácil se nos marcarán básicamente los tempos y contratempos pero a medida que subimos va haciéndose más rápida la aparición de enemigos e irán saliendo desde arriba y abajo.
Y qué pasa si fallamos o nos equivocamos, que vamos perdiendo vida en una barra que según cada personaje es distinta. Comenzamos con una barra de 300 pero a medida que ganemos estrellas e ítems iremos desbloqueando otros personajes que tendrán una barra menor pero a cambio nos darán un bonus. Tendremos que ir subiendo la dificultad en las múltiples canciones para ir subiendo de nivel y de esta manera ir desbloqueando más niveles.
Muse Dash tiene ese componente de reto que nos aportaban los Guitar Hero en el que nos autorrealizábamos a medida que íbamos superando las canciones más difíciles y le íbamos poniendo más ganas. Cuanto más vamos jugando y practicando más vamos mejorando y esto se nota y le pone al juego la parte de rejugabilidad tanto en solitario como con amigos para picarse por hacer la mejor puntuación posible.
En la parte gráfica Muse Dash destaca por su componente artístico y japonés que hace que los personajes, los monstruos en pantalla, los fondos sean tan bonitos que hace que nos paremos a ver jugar a otra persona para apreciar todos los detalles que se nos escapan cuando estamos dándole nosotros mismos a los botoncitos.
La parte sonora es la que más nos ha gustado por la multitud de canciones de estilo japonés otaku que a los que no conocemos el género nos ha hecho apreciarlo porque realmente hay calidad musical en la otra parte del mundo. Distintos estilos desde baladas a techno movido e incluso rock. Todo esto incorpora Muse Dash. La pega es que el juego está en varios idiomas asiáticos e inglés, pero no se le puede pedir más ya que tampoco hace falta entender nada.
Muse Dash es un juego de plataformas con pantalla desplazándose en todo momento en el que tendremos que acertar en el tiempo correcto la tecla a pulsar, aunque solo hay dos. El ritmo es esencial y aunque pensemos que somos arrítmicos, nos daremos cuenta de que por nuestra sangre corre el flow otaku. Estamos de enhorabuena con los juegos musicales y Muse Dash de Pero Pero Games se une a la oferta de este género dejando muy buen sabor de boca y siendo esencial para los amantes de la cultura musical nipona.