Mantener la temperatura adecuada en los frigoríficos y congeladores es fundamental para garantizar una correcta conservación de los alimentos y optimizar el consumo energético. Sin embargo, muchas personas desconocen que estos ajustes pueden variar según la época del año. De acuerdo a lo informado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), en invierno, cuando las temperaturas descienden, es necesario adaptar la configuración del frigorífico y el congelador para maximizar su eficiencia y reducir el gasto.
La OCU ha establecido una serie de recomendaciones sobre la temperatura ideal que deben mantener estos electrodomésticos para asegurar la frescura de los alimentos y minimizar el desperdicio. Ajustar correctamente la temperatura no solo previene la proliferación de bacterias y microorganismos peligrosos, sino que también ayuda a reducir el consumo eléctrico, lo que se traduce en un ahorro en la factura de la luz. En este artículo, exploraremos cuál es la temperatura ideal para el frigorífico y el congelador en invierno.
1OCU: la importancia de la temperatura en la conservación de los alimentos
El frigorífico y el congelador desempeñan un papel clave en la preservación de los alimentos, evitando su deterioro prematuro y reduciendo el riesgo de intoxicaciones alimentarias. Para que estos electrodomésticos cumplan su función correctamente, es fundamental que operen dentro de un rango de temperatura adecuado.
Según lo informado por la OCU, cuando un frigorífico está demasiado frío, los alimentos pueden congelarse, alterando su textura y sabor. Por otro lado, si la temperatura es demasiado alta, aumenta el riesgo de proliferación de bacterias, lo que puede acelerar el proceso de descomposición de los productos frescos.
En el caso del congelador, una temperatura insuficientemente baja puede comprometer la seguridad de los alimentos congelados, mientras que una temperatura excesivamente baja puede generar una acumulación innecesaria de escarcha, afectando la eficiencia del aparato y aumentando el consumo de energía.
Por ello, la OCU establece unos valores óptimos para la temperatura del frigorífico y el congelador que deben respetarse en cualquier estación del año, pero con algunos ajustes específicos en invierno.