«Llevo desde el año 2014 pagando una cuota de 105 euros, por uno de los créditos rápidos que contraté de 3.300 euros (…) y todavía me dicen que me quedan 45 cuotas«. «Muy fácil de contratar sí, pero te hacen recargos que no deberían».
«Cuidado como te retrases en alguna cuota, llaman a tus padres, amigos o vecinos para reclamar». «Mala experiencia. Te cobran dos veces la mensualidad y tienes que esperar 15 días para que te hagan el abono».
LOS CRÉDITOS RÁPIDOS CRECEN ESPAÑA, CON UN ALTO INTERÉS PARA LOS JÓVENES
Estos son solo algunas de las reseñas que podemos encontrar en Google publicadas por usuarios sobre su experiencias con diferentes empresas que ofrecen créditos al consumo. Hablamos de aquellos que son los permiten la posibilidad de financiar un determinado servicio o la compra de un bien a cambio de devolver posteriormente la cantidad prestada en un plazo determinado junto con los intereses acordados.
Los bancos no conceden financiación nueva cuando el cliente sobrepasa el umbral considerado como razonable para poder pagar el crédito (un 40% de sus ingresos). Pero existen financieras y firmas de crédito rápido que no realizan esos análisis y ofrecen el dinero sin asegurarse de que el cliente lo puede devolver.
El resultado, en muchos casos, es el sobreendeudamiento y la imposibilidad de pagar las cuotas. Con cada mes de impago el dinero a devolver se acumula y los intereses crecen. Una vez que la desesperación se ha apoderado de ellos, vuelven a recurrir al crédito rápido para repagar otros préstamos anteriores. Pero eso solo agrava el problema y la persona afectada entra en una espiral de la que resulta difícil salir.
EN LA MAYORÍA DE LOS CASOS, LOS CRÉDITOS RÁPIDOS SON USURARIOS
«Lo rápido puede salir caro. Esto ocurre con los microcréditos créditos rápidos, productos que pueden resultar usurarios». Así lo ha señalado en diferentes ocasiones en director de la plataforma Reclama Revolving, para concienciar a los consumidores sobre los riesgos que entrañan muchos de estos productos.
Los microcréditos son préstamos rápidos con un plazo de devolución corto que pueden resultar tentadores para quien necesite dinero con urgencia, pero hay numerosas sentencias que establecen que sus intereses son usuarios.
Muchos de ellos se anuncian con reclamos atractivos, como «llévate el dinero ahora y devuélvelo en 30 días sin pagar intereses». Ofertas como esa -en general, minicréditos por montos que no superan los 600 euros- pueden parecer la solución ideal ante la urgencia de saldar un pago cuando no se cuenta con dinero suficiente en ese momento.
LOS INTERESES OSCILAN ENTRE EL 1.2697% Y EL 4.507%
La Asociación de Usuarios de Banco y Cajas (Adicae), ha presentado un estudio con más de 40 abusos en comercialización, publicidad y venta de estos créditos. En las próximas semanas lo denunciará a la Comisión de Competencia, la Agencia Estatal de Consumo y el Defensor del Pueblo.
Facua-Consumidores en Acción ha detectado intereses «de hasta el 4.500% TAE en un estudio realizado sobre las web de créditos rápidos para préstamos de pequeña cuantía a devolver en un mes».
Tomando como referencia un préstamo de 300 euros a devolver en 30 días, «en las ocho entidades incluidas en el estudio los intereses oscilan entre el 1.269,7% de Vivus.es y el 4.507% de la entidad Préstamo10».
Concretamente, un 16,3% de los encuestados por Banqm ha admitido que ha pedido un préstamo personal en el último año para afrontar gastos imprevistos, mientras que casi el 30% de los jóvenes de entre 25 y 34 años afirma haber pedido uno de estos créditos rápidos, con los intereses abusivos que conlleva.
LOS MÁS VULNERABLES SON LOS MÁS PERJUDICADOS
Con la inflación en altos niveles y un aumento de los costes energéticos y alimentarios para el bolsillo del cliente (que cada vez destina una mayor proporción de su sueldo a pagar necesidades básicas), aumentan las voces de alarma en torno a los consumidores más vulnerables y el uso de este tipo de servicios.
Sobre todo porque apenas hay una comprobación de sus perfiles crediticios antes de concederles el préstamo. Pese a las facilidades, BNPL es una forma de crédito, igual que las tarjetas revolving que han llevado a muchas familias al sobreendeudamiento y, aunque sus comisiones por impago no son tan elevadas, las hay.
Entre los motivos que dan los encuestados a la hora de utilizar estos créditos, se encuentran los siguientes:
- Afrontar el pago de deudas (38,3%), seguramente las de mayor cuantía.
- Poder pagar las vacaciones (14,4%).
No obstante, lo que más sorprende es el aumento de la petición de préstamos o el uso de tarjetas para pagar deudas: «En los últimos años hemos sufrido cambios financieros muy bruscos que han afectado sobre todo a los ciudadanos que no supieron ajustar sus gastos y ahorros a lo que venía: un escenario de tipos altos y productos y servicios del día a día mucho más caros. Por este motivo, quien no hizo esa preparación previa, ahora tiene que echar mano de préstamos y tarjetas de crédito para poder devolver las deudas contraídas».