Sabalenka habla de su relación de amistad con Paula Badosa fuera de la pista
Aryna Sabalenka se encontraba en un estado de excelente ánimo después de haber alcanzado su tercera final consecutiva en el Open de Australia. La bielorrusa, que ha estado mostrando un rendimiento impresionante en el torneo, reflejaba en su rostro la satisfacción de haber alcanzado una nueva meta en su carrera. Esta victoria le permite seguir demostrando su nivel de juego, consolidándose como una de las principales figuras del tenis femenino en los últimos años.
La emoción de Sabalenka era palpable, y su confianza crece conforme avanza en la competencia. Su desempeño en el Open de Australia es la prueba de su determinación y capacidad de mantenerse en la cima del circuito. Sin duda, esta nueva final representa un hito más en su exitosa trayectoria, y la tenista de 25 años continúa sorprendiendo con su potencia, habilidad y enfoque imparable hacia el título.
La amistad de Sabalenka con Paula Badosa
Al ser cuestionada sobre su amistad con Paula Badosa, su rival en la semifinal, Aryna Sabalenka no dudó en compartir que, a pesar de su cercanía fuera de la pista, «somos muy buenas amigas, pero cuando jugamos, dejamos la amistad a un lado«. Con una sonrisa, Sabalenka agregó entre bromas: «Sé que me va a odiar por un par de horas, pero prometo que, cuando vayamos de compras, le compraré todo lo que quiera». Esta respuesta, cargada de complicidad, dejó en claro que, aunque la rivalidad sea feroz durante el partido, la relación entre ambas sigue siendo cercana.
No obstante, la tenista de Minsk matizó su comentario con un toque de humor y cautela: «Si vamos este viernes de compras en Melbourne, tendré que ponerle un límite, porque puede volverse loca«. La broma dejó ver el lado relajado de Sabalenka, quien, a pesar de su competitividad, no pierde su sentido del humor ni su aprecio por su amiga.
La rutina de Sinner
La tenista de Minsk también comentó sobre la sorprendente rutina de Jannik Sinner, quien duerme 10 horas antes de sus partidos. «Yo pensaba que su rutina consistía en comer zanahorias. No podría dormir tanto porque, probablemente, no me despertaría«, bromeó Aryna Sabalenka.
Tras su victoria, al salir del túnel de la Rod Laver Arena, Sabalenka se acercó a consolar a Paula Badosa, quien se encontraba sentada en el suelo de la habitación de recuperación. La tenista de Bielorrusia chocó la mano con Pol Toledo, el entrenador de Badosa, y también con su fisioterapeuta, mostrando un gesto de apoyo y compañerismo.