Según la última encuesta del BCE (Banco Central Europeo) sobre el acceso a la financiación de las empresas, estas últimas cada vez están menos preocupadas por la financiación y dan paso a otros temas como problemas e inquietudes ante su actividad empresarial.
Y es que la financiación se ha mostrado en la encuesta como el último problema al que se enfrentan los negocios en toda Europa. De hecho, los datos del BCE son cuanto menos reveladores dado que es España el país que goza de una mejor disponibilidad de préstamos bancarios (16%), seguido de Irlanda (15%) y Portugal (14%).
En caso de las entidades bancarias
Ya sea para un negocio o para un particular, es cierto que la banca en España ha abierto el grifo de crédito de cara a una recuperación económica en los últimos años. Pero el recelo de la crisis de 2007 sigue estando ahí y ha hecho que los requisitos sean más estrictos que antes de esa fecha. Es por esto que las entidades bancarias suelen pedir un aval al prestatario por si en algún momento éste no puede hacer frente al pago del crédito. Sucedió con frecuencia en los años posteriores al 2007 ante los créditos hipotecarios, en los que la banca se quedó con muchas viviendas por no poder hacer frente sus dueños al pago de la hipoteca.
En caso de las entidades financieras online
Hay que tener en cuenta que hay ocasiones en los que no es necesario presentar un aval, sobre todo en el caso de los préstamos que no se solicitan a la banca sino a entidades financieras -Más información aquí-. Hay varias entidades de este tipo que ya operan online y que ofrecen préstamos sin aval ni avalista.
El funcionamiento del contrato de préstamo es sencillo: si el prestatario no puede hacer frente al pago de su cuota, se le aplica un coste adicional que irá acumulando, pero no es necesario presentar ningún bien material como aval, ni poner en el compromiso a alguien para que sea avalista de ese préstamo.
Otros casos: un aval para un contrato de alquiler de vivienda
Existen otras ocasiones en otros contextos en los que de nuevo se puede solicitar un aval como requisito ante un servicio. En este sentido cada vez es más usual que se pida un aval bancario o un avalista a la hora de alquilar una vivienda. En este caso, el propietario se asegura de esta forma que se le va a pagar la mensualidad en concepto de renta y que frente a un impago se podrá acudir a dicho aval o avalista.