El día que Donald Trump se subió a un ring de la WWE

Está en boca de todos. Donald Trump ha regresado a la Casa Blanca como un auténtico torbellino. El multimillonario estadounidense asume nuevamente la presidencia del gobierno de los Estados Unidos tras derrotar en las elecciones a Kamala Harris, y desde el primer momento está generando polémica con sus palabras, sus medidas y sus intenciones.

El miembro del Partido Republicano superó una de las campañas más complicadas de los últimos años y afronta ahora un mandato marcado por discursos que, cuanto menos, polarizan no solo a la sociedad norteamericana, sino a la de todo el planeta. Pero este afán de protagonismo y amor por la cámara de Trump no es nuevo: ¿sabías que incluso se subió a un ring de la WWE?

Donald Trump protagonizó la «batalla de billonarios» en la WWE

Y es que el empresario y político conservador es buen amigo de Vince McMahon, el promotor de la World Wrestling Entertainment (WWE) o, lo que es lo mismo, la compañía de lucha libre y entretenimiento más importante del mundo. McMahon ya no es mandamás de este tinglado por asuntos bastante turbios y serios, pero el negocio continúa moviendo millones de dólares y movilizando a cientos de miles de personas en América y fuera del continente.

Donald Trump Con Vince Mcmahon

Trump decidió inmiscuirse en una historia que vendía una rivalidad entre él y el propio Vince. Acabó siendo denominada la «batalla de billonarios» y se celebró en el mayor evento PPV que organiza la WWE: Wrestlemania. La edición número 23 no solo iba a contar con superestrellas del wrestling y el entretenimiento como Batista, The Undertaker, John Cena o Shawn Michaels, sino que Donald Trump se enfrentaría a Vince McMahon representando cada uno a un luchador en el Ford Field de Detroit. Vince escogió al ya fallecido Umaga, mientras que Trump apostaría por el todavía activo Bobby Lashley.

Dos titanes del momento que destacaban por su volumen y fuerza bruta, habiéndose labrado ambos una fama de «monstruos» similar, pero el primero yendo de malo (el de McMahon) y el segundo con el apoyo del público (el de Trump). La guinda la puso el árbitro especial de la velada; nada más y nada menos que Stone Cold Steve Austin, una leyenda del wrestling que pondría orden. La historia previa que construyeron (en el argot de la lucha libre se usa el término storyline) durante los programas semanales previos al evento incluyó un llamativo momento en el que Donald Trump propinaba una bofetada a Vince McMahon.

McMahon cumplió con su papel de villano de la pelea intentando boicotearla por todos los medios junto a su hijo Shane, lo que terminó con Trump golpeándole fuera del ring. Finalmente, la pelea se la llevó Bobby Lashley, y la condición de la derrota era una un tanto humillante: quien perdiera debía ver su cabeza afeitada por el rival en el centro del cuadrilátero.

Dicho y hecho: primero con una maquinilla eléctrica y luego con espuma y cuchilla, Donald rapó por completo la cabeza de Vince enfrente de millones de telespectadores, ganando la «batalla de millonarios». Eso sí, después del combate conoció al verdadero Stone Cold: uno que no se casa con nadie. Trump fue atacado por la leyenda de la WWE, que le aplicó un stunner y se puso a celebrar con cerveza.

Donald Trump forma parte incluso del Hall of Fame de la WWE

Tras aquel episodio, Donald Trump no apareció más en escena hasta 2009, donde habló de su intención de comprar la marca RAW (programa de los lunes de WWE), pero toda su participación y relación con la World Wrestling Entertainment finalmente le llevó a formar parte del Hall of Fame de la WWE, ingresando en el salón de la fama de la compañía en el año 2013. Lo hizo junto a nombres característicos de la WWE como el multifacético Mick Foley, el campeón italoamericano Bruno Sammartino o la versátil luchadora Trish Stratus.

Donald Trump En El Hall Of Fame De La Wwe

Y es que el ahora presidente de los Estados Unidos era ciertamente querido entre las altas esferas de la WWE, ya que les permitió albergar décadas atrás las ediciones IV y V de Wrestlemania en el Trump Plaza Casino and Hotel. Donald Trump no cobró por aquellas celebraciones, pero sí lo hizo por su participación en Wrestlemania 23. Las investigaciones internas por el reciente escándalo de Vince McMahon desvelaron que Trump cobró alrededor de cuatro millones de dólares por la batalla de billonarios, así como otro millón extra por su aparición en RAW en 2009. Tal y como informó el Wall Street Journal, todo fue a parar a su fundación.