Con Leonor en plena preparación para su desempaño como reina, muchos se preguntan por qué la infanta Elena, siendo mayor que Felipe, no llegó a convertirse en reina de España, tal como lo será su sobrina, la primogénita de su hermano. La hija de Juan Carlos y Sofía, pudo ser la primera reina de España luego de varias generaciones; sin embargo, esto nunca llegó a materializarse.
El tema ha salido a colación de nuevo, y esta vez ha sido la revista alemana Bunte la que ha revelado los detalles que llegaron a marcar la desigualdad en el seno de la monarquía española.
1La herencia de la Pragmática Sanción de 1830 que afectó a la infanta Elena y favoreció a Felipe
En el mundo actual, es normal que ante la igualdad tan proclamada, sean muchos los que cuestionen el hecho de que la infanta Elena no sea la que ocupe en este momento el trono español; sin embargo, esto no obedece a requerimientos actuales, sino a dictámenes del siglo pasado.
La verdadera clave para comprender la razón por la cual es Felipe y no Elena quien ocupa el trono, radica en la Pragmática Sanción de 1830, la cual, no es más que una ley que fue promulgada por Fernando VII, la cual derogó la Ley Sálica, permitiendo así la posibilidad de que las mujeres pudieran ascender al trono, pero, eso sí, con la condición de que no existiera un heredero varón.
Fue precisamente, gracias a esta norma que en el siglo XIX, Isabel II llegó a convertirse en reina, lo que marcó un precedente histórico en la monarquía española. Ahora bien, así como benefició a Isabel II, fue esta misma ley la que tuvo impacto negativo en la posibilidad de Elena para reinar. De hecho, en la constitución de 1978, la cual fue redactada en plena transición hacia la democracia, se mantuvo la preferencia masculina, dejando a Felipe, el menor de los hermanos, como rey, simplemente por su condición de varón.
