Ambos clubes mantienen una eterna pelea por los territorios de Euskadi con el fin de poder tener acceso a mayores talentos para sus canteras
El Athletic Club de Bilbao sabe que para competir con los mejores tiene que estar constantemente reforzando su modelo de cantera en los alrededores de Bizkaia. La filosofía maniata al club, por lo que hay que potenciar el scouting en las zonas de Navarra o Iparralde, en el País Vasco francés. Un claro ejemplo de este esfuerzo, en el pasado, es Aymeric Laporte. Es vital que el Athletic acceda a estos talentos jóvenes antes que la Real Sociedad, eterno rival que también opera en la zona.
Así, recientemente el club rojiblanco ha añadido cinco nuevos clubes convenidos a su red de colaboración en Iparralde, aumentando su influencia en el desarrollo de jóvenes futbolistas. Estos acuerdos permiten a los leones acceder a un amplio número de fichas federativas, incrementando las posibilidades de detectar y formar talentos desde edades tempranas.
La estrategia del club se basa en fomentar el desarrollo de jugadores que puedan encajar en su filosofía única, la cual prioriza a futbolistas nacidos o formados en Euskal Herria. Esta expansión de su red no solo refuerza la capacidad del Athletic Club de Bilbao para encontrar promesas locales, sino que también consolida su liderazgo como referente en el trabajo de cantera en España.
La estrategia del Athletic para sobrevivir entre los mejores
Con el aumento en el número de clubes convenidos, el Athletic Club de Bilbao gestiona un volumen de fichas federativas sin precedentes, cercano a las 3.000, lo que les brinda una ventaja significativa para descubrir talentos emergentes. Este enfoque ha sido una constante en la historia del club y ha producido estrellas como Aymeric Laporte, quien surgió de la cantera rojiblanca y ha llegado a convertirse en uno de los mejores defensas centrales de Europa.
El control de tantas fichas permite al club rastrear jugadores en diferentes categorías y contextos, maximizando las oportunidades de encontrar perfiles que puedan adaptarse a las necesidades del primer equipo. Además, los técnicos y ojeadores del Athletic Club de Bilbao tienen la capacidad de intervenir en el proceso de formación de estos futbolistas, asegurándose de que se ajusten tanto técnica como filosóficamente al estilo del equipo.
Laporte como ejemplo a seguir
El éxito de jugadores como Aymeric Laporte, que llegó al primer equipo tras un meticuloso proceso de formación, es un ejemplo del potencial que puede surgir de esta estrategia. Laporte no solo brilló en San Mamés, sino que también alcanzó la élite europea con el Manchester City y es ahora un referente internacional. Encontrar un nuevo jugador de su calibre es uno de los grandes objetivos del Athletic Club de Bilbao en los próximos años.
Con los recursos ampliados que ofrecen los nuevos convenios, el club tiene mayores probabilidades de descubrir otro talento generacional. Si bien la filosofía restrictiva del Athletic puede parecer un desafío, su red de clubes convenidos demuestra que es una ventaja competitiva única. La historia de Laporte sigue siendo una inspiración para el club, que no deja de trabajar en la búsqueda de su próximo gran diamante en bruto.