El francés ya conoce de primera mano la ira del Bernabeu
El ambiente en el Santiago Bernabéu durante el partido de Copa del Rey contra el Celta de Vigo fue tenso desde el primer minuto, y Carlo Ancelotti fue uno de los principales protagonistas. El técnico italiano recibió una mezcla de pitos y aplausos cuando su nombre fue anunciado por megafonía. Aunque un sector de la afición quiso mostrarle su apoyo, los silbidos reflejaron el malestar por los últimos resultados y decisiones tácticas del entrenador.
A lo largo del partido, Ancelotti mantuvo su habitual serenidad en el banquillo, pero no pudo evitar que los murmullos de desaprobación aumentaran cada vez que el equipo no lograba desplegar un juego convincente. La presión sobre el técnico es palpable, especialmente en un momento en el que el Real Madrid no termina de encontrar la regularidad esperada.
Tchouameni, en el foco de las críticas
Si Ancelotti no se libró de los pitos, Aurélien Tchouameni fue otro de los señalados por el público del Bernabéu. Desde los primeros compases del encuentro, el mediocentro francés fue abucheado cada vez que tocaba el balón. Esta reacción de la afición refleja la frustración acumulada por el bajo rendimiento que Tchouameni ha mostrado en varios tramos de la temporada.
El jugador, que llegó con altas expectativas para reforzar el centro del campo madridista, no ha terminado de adaptarse al nivel exigido por el club y su afición. Sin embargo, a pesar de los pitos, Tchouameni intentó mantenerse concentrado en el partido. El Santiago Bernabéu, conocido por ser un estadio exigente, no dudó en mostrar su descontento continuo con el jugador.
Ancelotti comprende lo ocurrido
Carlo Ancelotti es un entrenador con mucha experiencia tanto en el banquillo como sobre el césped y, por ello, sabe que situaciones como la vivida anoche en el Bernabeu son algo normal, y más en un club tan exigente como el Real Madrid.
Como consecuencia, el entrenador entiende que la afición espera ver a su equipo compitiendo al máximo nivel en todas las competiciones, por lo que prometió trabajar para recuperar la confianza del Bernabéu. Por su parte, Tchouameni tiene un largo camino por delante para revertir la opinión del público y demostrar que puede ser una pieza clave en el Real Madrid.