En un entorno cada vez más competitivo, el diseño se ha convertido en la única herramienta capaz de diferenciar eficazmente unas empresas de otras. Y por ello, cobra cada vez más relevancia la figura del diseñador gráfico freelance, porque ya no podemos dejar al azar el diseño de la identidad visual de nuestro negocio, si queremos tener éxito.
Tener una identidad visual de marca fuerte, bien estructurada y coherente con sus valores, es una de las claves principales para que nuestra empresa destaque sobre el resto, lo que se traduce en visibilidad, reconocimiento, confianza, clientes y ventas.
Por qué es tan importante la identidad visual corporativa
El concepto de identidad corporativa es muy utilizado en marketing y se refiere a la personalidad de la empresa, es decir, a las características y rasgos que la construyen y que, al mismo tiempo, la diferencian de las demás. La identidad refleja los valores de un negocio, su modo de hacer las cosas, su storytelling. No sólo expresa lo que hace, sino también cómo lo hace.
La identidad visual, en cambio, son todos los elementos que representan gráficamente esa identidad, tales como el nombre, el logo, los colores, el material corporativo off-line y on-line… y su principal misión es acercar a la empresa a su público, haciéndola única y reconocible. Por tanto, para comunicar y transmitir lo que nos identifica como marca, tendremos que cuidar al máximo cada uno de esos elementos.
El objetivo de toda empresa o marca, en última instancia, es convertir, es decir, conectar lo suficiente con su público como para venderles sus productos o servicios. Pero para ello tiene que ser visible, llegar al mayor número de clientes posible y convencer de que lo que ofrece, es mejor de lo que encontrarán en la competencia.
Las empresas se desarrollan en un entorno en el que la competencia es feroz y es vital encontrar la forma de destacar. Por eso, el diseño juega un papel fundamental. Sin diseño, todas las empresas nos parecerían iguales.
Un presidente de la multinacional japonesa Sony, dijo en una ocasión: “En Sony asumimos que todos los productos de nuestros competidores tienen básicamente la misma tecnología. Lo único que nos diferencia es el diseño”
Elementos principales que construyen la identidad visual de una empresa
Cada uno de estos elementos es importante de forma individual, pero en su conjunto construyen todo un universo de marca. Por ello, es primordial diseñarlos estratégicamente y de forma profesional, para garantizar la coherencia en la línea estética, con el fin de que nuestra empresa sea identificada fácilmente a través de ellos.
Logotipo: Es el identificador por excelencia de una empresa, debe ser sencillo, duradero y distintivo, para llegar a ser memorable y transmitir el espíritu de la empresa.
Tipografía: Debe ser clara, legible y con una personalidad única.
Colores corporativos: El 60% de la decisión de compra de un producto, se basa en el color. Los colores evocan sensaciones y emociones. Es importante saber qué queremos transmitir para elegir el color que mejor represente nuestra empresa.
Packaging: Como venimos diciendo, el buen diseño vende. El objetivo es que el envase tenga un diseño único, y que seduzca a primera vista.
Página web: La web es el escaparate de toda empresa. Su contenido y estructura es muy importante, pero la estética es esencial. Tenemos unos 6 segundos para captar la atención de un usuario, por lo que un mal diseño lo espantará. Además, es imprescindible que sea usable y esté optimizada de cara al SEO.
Por qué debemos contar con un diseñador gráfico freelance
Dejar algo tan importante como tu identidad visual corporativa en manos de un profesional experimentado puede garantizar el éxito de tu empresa. Éstas son algunas de las razones para contratar un diseñador gráfico freelance:
Formación y profesionalidad: Un profesional independiente siempre está en constante aprendizaje, aplicando las últimas técnicas y tendencias en el mundo del diseño.
Calidad en el trabajo: Un buen diseñador se preocupa por entregar los proyectos con la máxima calidad y cuidando cada detalle. Sabe la importancia de dedicarle tiempo a cada marca, para hacerla brillar.
Referencias: Un diseñador gráfico competente dispondrá de un portfolio con sus proyectos más destacados y sus casos de éxito. Esta información es muy útil para saber cómo trabaja y para comprobar si es una persona versátil y creativa, para encargarle nuestro proyecto.
Atención y trato personalizado: Lo bueno de contar con un freelance es que nos asesorará de forma personal, con un trato mucho más directo.
Apoyo a los profesionales independientes: La pasión, las ganas y el trabajo de un profesional freelance es incomparable con el de una gran empresa o una agencia.
Precio: Las tarifas de un diseñador, siempre serán mucho más asequibles que las de una agencia, puesto que en este último caso, gran parte de los costes irán destinados al mantenimiento de toda su infraestructura.