Alex Michelsen acaba de un plumazo con Stefanos Tsitsipas
Stefanos Tsitsipas, una de las figuras más destacadas del circuito en los últimos años, parece estar atrapado en una espiral de dudas y desconexión cada vez que pisa una pista de tenis. Lo que antes era un juego lleno de pasión, lucha y ambición, ahora parece haberse transformado en una rutina que carece de chispa y determinación. Cada partido que disputa deja la sensación de que la derrota está siempre a la vuelta de la esquina, como si el griego estuviera constantemente al borde de perder la confianza y el control de su juego.
Esta percepción no se limita a un mal momento puntual, sino que parece haberse convertido en una constante en su carrera reciente. Tsitsipas, que alguna vez fue reconocido por su espíritu combativo y su capacidad para desafiar a los mejores, ahora transmite la impresión de haber perdido esa garra competitiva que lo caracterizaba. Más que competir, su presencia en el circuito da la sensación de ser una obligación cumplida sin verdadera convicción. Es un cambio preocupante en un jugador que, por talento y potencial, podría estar peleando en lo más alto, pero que actualmente parece estar lejos de su mejor versión, tanto en lo mental como en lo deportivo.
El verdugo de Stefanos Tsitsipas
A sus 26 años, parece que cualquier época anterior fue más favorable para Stefanos Tsitsipas. El ateniense, que llegó al Open de Australia como undécimo cabeza de serie, ha tenido un estreno amargo este lunes. En esta ocasión, su verdugo ha sido el joven estadounidense Alex Michelsen, quien se impuso con un marcador de 7-5, 6-3, 2-6 y 6-4, dejando al griego fuera de la competición en las primeras rondas.
Stefanos Tsitsipas, quien alcanzó la final del Abierto de Australia en 2023 y llegó a las semifinales en 2019, 2021 y 2022, atraviesa uno de los momentos más bajos de su carrera, sin encontrar la manera de revertir la situación. No encadenaba dos eliminaciones consecutivas en la primera ronda de un torneo ‘major’ desde Wimbledon y el US Open de 2019. En su única participación previa a este evento, la United Cup, su rendimiento dejó mucho que desear, con una victoria frente a Pablo Carreño y una derrota ante Alexander Shevchenko, quien curiosamente es el rival de Carlos Alcaraz en la jornada de hoy.
La falta de entrenador
La situación de Stefanos Tsitsipas sigue siendo preocupante, y gran parte de ello parece estar relacionado con la falta de un entrenador de renombre que lo guíe en su carrera. Desde que terminó su relación profesional con su padre, Apostolos, el griego ha confiado en Dimitris Chatznikolaou para ocupar su banquillo, pero su desempeño en la pista refleja que esta decisión no ha dado los resultados esperados. La ausencia de un técnico con experiencia y peso en el circuito parece haber dejado a Tsitsipas sin el liderazgo necesario para recuperar su mejor nivel. Su tenis ha perdido consistencia, y cada torneo que disputa deja en evidencia una desconexión con su juego que lo aleja de los estándares que una vez lo llevaron a la élite.
Octavofinalista en 2024, su caída en el ranking mundial es ya una realidad, y todo apunta a que seguirá descendiendo aún más en las próximas semanas. Lejos de la solidez que lo mantuvo durante años en el ‘top 10’, Tsitsipas atraviesa una crisis que no solo afecta su rendimiento deportivo, sino también su confianza y proyección a futuro. Si no logra revertir esta tendencia con cambios significativos en su equipo técnico y enfoque competitivo, el griego corre el riesgo de quedarse relegado de las posiciones privilegiadas del circuito, donde alguna vez fue considerado uno de los mayores talentos de su generación.