Ricky Rubio confiesa que no tiene prisa y quiere disfrutar de la paternidad
Ricky Rubio, con un balón de baloncesto en la mano, lanza un pase característico, sin mirar y con la intención clara de dejar a su compañero en la mejor posición posible. Pero no es el Ricky de la NBA, ni el de su última etapa en el Barça. Es uno más relajado, jugando con sudadera y peto en una liga municipal no federada, la de 2Mes1. Pero, al final, sigue siendo Ricky.
Ricky Rubio se dejó ver, como ya lo había hecho en otras ocasiones, en 2+1 Gestió Esportiva, un campeonato de baloncesto amateur en el área metropolitana de Barcelona. En este torneo no participan grandes equipos ni hay títulos en disputa. El objetivo es disfrutar del juego, algo que queda claro en su web con el mensaje «Quiero jugar».
El nuevo enfoque de Ricky Rubio
Es, de alguna manera, una nueva perspectiva de Ricky Rubio. Salió del Barcelona sin hacer mucho alboroto, no se unió a la selección española en verano, a pesar de haber estado en la Ventana anterior, y desmintió los rumores que lo vinculaban a un posible regreso al Joventut de Badalona, el club que dio inicio a su carrera. «Estoy más moreno«, comentaba entre risas durante el acto de despedida de su amigo Claver. El baloncesto profesional, por el momento, pasa a un segundo plano.
Ricky Rubio lleva más de 160 días sin jugar en una cancha. Su última experiencia no fue del todo positiva. Me sentí raro«, comentó después de la derrota ante el Real Madrid, que luego se coronó campeón, en las semifinales de la Liga. Desde entonces, no volvió a estar en el centro de atención, más allá de los rumores que, al final, no trajeron cambios.
Quiere disfrutar de la paternidad
Ricky Rubio no tiene prisa por hacer o decir nada. «Acabo de ser padre hace tres meses y quiero disfrutar de esta paternidad. Quiero ir día a día, vaciando un poco un vaso que se llenó mucho, y ver hacia dónde voy a ir», comentó recientemente. Su objetivo ahora es vivir el día a día, mientras reflexiona sobre el camino que recorrió desde aquella concentración rumbo al Mundial de 2023, donde decidió detenerse para cuidar su salud mental.
Ricky, que ha estado en el foco público desde los 14 años, ahora disfruta de la vida de otra manera. Lo hace rodeado de su familia, con los suyos, y trabajando fuera de las canchas a través de su fundación y los programas que apoya. Este es también el Ricky Rubio más allá del jugador histórico, un hombre que ha encontrado nuevas formas de contribuir y vivir.