Paula Badosa llega con dudas al Open de Australia tras su último fracaso
El comienzo de año no está siendo el que Paula Badosa había imaginado tras un espectacular cierre de 2024. La catalana, que se encuentra cerca del top 10 de la WTA, no logra dar el salto definitivo que tanto esperaba. Después de varios meses apartada de las pistas, parecía haber recuperado su mejor versión, pero el parón entre temporadas le ha pasado factura. Este inicio irregular se refleja en una serie de malos partidos consecutivos que han complicado su camino, dejando a Badosa sin margen de maniobra justo antes de su gran objetivo: el Open de Australia.
La jugadora española sufrió una dolorosa derrota en su primer partido de la temporada frente a Elina Avenesyan. Aunque en Adelaida consiguió una victoria en su debut, no pudo mantener el ritmo en la segunda ronda, donde se enfrentó a la joven estadounidense Ashlyn Krueger. Esta nueva derrota ha sumado más frustración a su inicio de año. A pesar de ser la quinta favorita y ocupar el 12º puesto en el ranking de la WTA, el duelo se le complicó considerablemente. Después de una intensa batalla que duró dos horas y media, Badosa terminó cediendo en tres sets, con parciales de 7-6, 6-7 y 6-2.
Paula Badosa no pudo culminar el partido
Badosa logró nivelar el primer set después de recuperar dos roturas, pero en el desempate nunca logró ponerse por delante, siguiendo un guion similar en el segundo parcial. A pesar de que ambas jugadoras se intercambiaron dos ‘breaks’, la española tomó el control en el desempate, consiguiendo una ventaja de 4-0 que supo administrar con inteligencia. Sin embargo, la situación cambió drásticamente en el tercer set, donde Badosa no pudo cerrar los puntos clave, lo que permitió a Krueger, de 20 años, aprovechar dos nuevas roturas para llevarse la victoria.
El tercer set resultó ser un desafío para Badosa, quien, a pesar de estar cerca de cerrar el partido, no consiguió aprovechar las oportunidades decisivas. Krueger, quien había perdido en el único enfrentamiento previo entre ambas, mostró una gran resiliencia y supo capitalizar las debilidades de la española. Con una sólida actuación en los momentos más críticos, la estadounidense se quedó con el triunfo después de una serie de intercambios intensos, asegurando su avance a la siguiente ronda.
Unos días para descansar
La jugadora española ahora tiene unos días para descansar antes de volar a Melbourne, con la esperanza de que las cosas mejoren. Este jueves conocerá a su próximo rival, y ese será el momento clave para dar el salto y recuperar su nivel de juego. Aunque terminó el año con algunas derrotas, estas fueron contra jugadoras de la parte más alta del ranking, y en cada uno de esos encuentros logró llevarlas al límite. Sin embargo, el inicio de este nuevo año ha sido mucho más difícil, con derrotas ante rivales que luchan por mantenerse entre las 50 mejores, lo que ha afectado su rendimiento.
Estas derrotas tempranas han hecho que su nivel se perciba por debajo de lo que realmente es, y si no logra cambiar la situación, corre el riesgo de volver a caer en un bache del que ya había logrado salir. Después de un 2024 prometedor, el inicio del nuevo año ha sido un golpe fuerte, y si no logra mejorar pronto, podría volver al lugar del que tanto le costó salir, algo que debe evitar a toda costa para no perder el impulso que tanto trabajo le costó alcanzar.