La situación de las VTC en Barcelona sigue siendo delicada. La Ciudad Condal ha hecho lo posible por expulsarlas, y esto se ve reflejado no solo en la falta de vehículos del sector, sino también en la molestia expresada por empresas como Uber y Cabify por la imposibilidad de operar en la misma de forma normal, y en un apoyo evidente de los taxistas de la Generalitat a las normativas sobre la nueva movilidad planteadas en el sector.
Por eso, desde Élite Taxi celebran que la Guardia Urbana de Barcelona (GUB) ha realizado más de 1.600 denuncias a VTC ‘s, de las cuales unas 500 son por falta de habilitación y 240 por prestar el servicio de forma irregular. Estas denuncias se han traducido en el ingreso de unos 500 vehículos en el depósito municipal, como informa a los medios la organización de taxistas liderada por Tito Álvarez.
«Con estos números se demuestra que en Barcelona existe una mafia de delincuentes que se dedica a transportar personas sin los permisos legales, lo que conlleva graves consecuencias para los usuarios en caso de accidente, debido a seguros catalogados de manera incorrecta, estafas al cambiar matrículas en las ITV’s y conductores que no tienen que pasar ninguna prueba para ejercer esta profesión», sentencian en un comunicado donde además recuerdan la importancia para ellos de la aprobación de la ley catalana de transporte de viajeros.
«La ley catalana de transporte de viajeros, que se está negociando, debe acabar con estas prácticas y poner orden de una vez por todas», sentencian desde la organización. Es una realidad complicada de ignorar en el futuro inmediato, sobre todo de cara a unas plataformas que se saben en la mira de la opinión pública por lo que piensan la mayoría de los usuarios de las plataformas de transporte de la relación de empresas como Uber, Cabify y Bolt con sus conductores.
También es cierto que en Cataluña, específicamente en Barcelona, los taxistas han puesto tanta presión como es posible sobre las plataformas de la nueva movilidad. Incluso en momentos en los que estás plataformas han intentado mostrar la necesidad de plataformas similares en la ciudad, como la protesta de los la propia Cabify frente a la estación de Sants durante este año, lo han manejado mostrando su molestia y tomando las calles insistiendo, una y otra vez, en que el modelo de las nuevas VTC es abusivo, y puede tener un efecto negativo no solo en su negocio sino sobre la movilidad en la Ciudad Condal.
UNA LEY DE TRANSPORTE DE VIAJEROS SIN FECHA DE APROBACIÓN
De cualquier modo todavía no se ha dado a conocer exactamente el texto de la nueva ley, pero desde hace años es evidente que en Cataluña no hay demasiado aprecio por este tipo de aplicaciones. Es que los taxistas han sabido mostrar músculo e incluso cuando desde Europa se han eliminado algunas de las medidas de protección alrededor del sector, en particular el 1×30, asegurando que no se puede aplicar como medida para proteger a los taxis, aunque se pueden limitar las licencias de VTC por motivos ambientales o de tráfico, y por supuesto los 15 minutos de reserva previa de este tipo de servicios.
Aun así, es inevitable que haya tensión en todo el sector mientras que avanza el proyecto. La realidad es que las negociaciones típicas para aprobar cualquier tipo de ley pueden tener un efecto directo en los deseos de los taxistas sobre la misma. A esto se suma que la situación en otras ciudades y comunidades autónomas son diferentes, como el caso de Madrid o Andalucía, gobernadas por el PP, que han aprobado regulaciones mucho más amables con las VTC.
LA GUB Y LOS TAXISTAS MANTIENEN LA PRESIÓN SOBRE LAS VTC
Lo que es de esperar para las plataformas como Uber, Cabify y Bolt es que la presión por parte de estos sectores se mantenga en el corto plazo. La realidad es que la animadversión de los taxistas no cambiará, y que siguen teniendo motivos para reclamar a estas nuevas plataformas, tanto por el efecto en su negocio como por los problemas que tienen estos con sus trabajadores, y la mayor presión sobre los mismos debido a las nuevas exigencias de reducción de CO2 en toda Europa.
Será interesante seguir de cerca la situación a medida que se aprueban este tipo de normativas. La situación de las VTC en Barcelona sigue siendo complicada y no parece que vaya a cambiar en las próximas semanas.