Científicos españoles descubren una treintena de galaxias masivas, cada una con más del doble de masa que la Vía Láctea

Un equipo científico liderado por investigadores de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y el Centro de Astrobiología (CAB, CSIC-INTA) ha descubierto algunas de las galaxias más masivas y antiguas del Universo, a partir de datos obtenidos con tres de los telescopios más potentes del mundo: ‘Spitzer’ y ‘Hubble’ y el Gran Telescopio Canarias (‘GTC’). Se trata de una treintena de galaxias, de las que cada una tiene más del doble de masa que la Vía Láctea.

Según subrayó la UCM este martes en una nota, este descubrimiento, publicado en la revista ‘Astrophysical Journal’, servirá para mejorar los modelos actuales de formación galáctica.

La teoría más aceptada por los científicos para explicar la estructura a gran escala del Universo es que las galaxias más grandes y masivas se han formado a partir de sistemas más pequeños que han ido fusionándose de una manera lenta pero continua a lo largo del tiempo hasta dar lugar a galaxias como la Vía Láctea o las elípticas gigantes y grandes espirales que vemos en nuestra vecindad.

Teniendo como objetivo avanzar en la comprensión sobre la formación de galaxias, la astrofísica Belén Alcalde Pampliega, estudiante de doctorado en la UCM, trabaja en su tesis buscando las galaxias más masivas y más antiguas del Universo. “Para ello, lo más fácil es utilizar datos en el infrarrojo medio, que es el rango donde el telescopio espacial ‘Spitzer’ lanzado por la NASA, nos proporciona una visión única e impresionante del Universo más distante”, explica Alcalde, que se encuentra actualmente trabajando en el Isaac Newton Group of Telescopes (ING) en La Palma. La investigación se encuentra bajo la codirección de Pablo G. Pérez González, del Centro de Astrobiología, y Guillermo Barro, de la University of the Pacific.

“Las galaxias masivas más lejanas que buscábamos son extremadamente débiles y muy difíciles, incluso imposibles de detectar con telescopios tan potentes como el ‘Hubble’ o el ‘GTC’. Sin embargo, aparecen fácilmente en los datos de un telescopio tan pequeño como ‘Spitzer’, que solo tiene 80 centímetros de diámetro, pero que cuenta con una tecnología inigualable, desarrollada originalmente con objetivos militares pero con mucho más interesantes aplicaciones científicas para detectar fotones en el infrarrojo medio, en longitudes de onda entre 3 y 5 micras“, puntualiza Pérez González. “Algunas de estas galaxias también pudieron ser detectadas en el óptico con el telescopio terrestre más potente del mundo, el ‘GTC’, recogiendo los fotones que nos llegan de ellas durante el equivalente a todas las noches de una semana entera”, añade Alcalde Pampliega.

Ambos investigadores han liderado el equipo científico que acaba de publicar el descubrimiento de una treintena de galaxias masivas, cada una con más del doble de masa que la Vía Láctea y formadas en los primeros 1.500 millones de años del Universo, un 10% de su edad actual.

Para descubrir estas galaxias tan masivas, formadas en la infancia del Universo, ha sido necesario llegar al límite de la capacidad de observación de los telescopios más potentes del mundo existentes en la actualidad.

(SERVIMEDIA)