Montse se marchó de vacaciones y cuando volvió a su casa de Barcelona descubrió que una familia de okupas, de origen turco, se había instalado en su vivienda. Una casa con piscina, frente a la playa, situada en una urbanización de lujo de la Diagonal.
En una entrevista en ‘Espejo Público’, la afectada, de 46 años de edad, asegura que los okupas le han denunciado por amenazas y por cortarles la luz y el agua: «Cada día me levanto llorando cuando esta gente que vive gratis aquí, se ríe de mí y de toda España».
Montse se muestra indignada por el hecho de que los okupas, sin presentar la escritura de la casa, hayan logrado cambiar la cerradura. «Yo no puedo entrar en mi casa porque es allanamiento de morada. Mi vida, mi dignidad, mi ilusión y mi esfuerzo está aquí dentro».
En su lucha por recuperar su casa, Montse, que se ha visto obligada a volver a casa de sus padres, ha llegado a gastarse 15.000 euros en dos empresas que se dedican a ‘desokupar’ viviendas, aunque no han tenido éxito ya que hay niños con los okupas.
Más allá de su drama personal, la afectada ha querido denunciar que no se trata de un caso único en nuestro país: «Soy una de las miles de afectadas de toda España. Me encuentro situaciones muy graves que me dan muchísima pena».
Por su parte, el hombre que ha ‘okupado’ la casa de Montse niega las acusaciones y sostiene que él pagó 1.500 euros por vivir en dicha casa, algo que niega la propietaria, que insiste en que ese dinero se lo pagó a una mafia y nunca a ella.