En las cárceles españolas, muchos presos tienen la posibilidad de trabajar a cambio de una remuneración económica. Aunque esta paga es muy inferior al salario mínimo interprofesional, ofrece a los internos una manera de ganar dinero mientras cumplen su condena. Este sistema tiene varias razones detrás, desde la reinserción social hasta la compensación por el trabajo realizado. A continuación, te explicamos cómo funciona este sistema y por qué se aplica en las prisiones del país.
1El sistema de remuneración en las cárceles españolas
En España, los presos que deciden trabajar dentro de las cárceles tienen la posibilidad de recibir una remuneración. Según el Real Decreto 782/2001, de 6 de julio, el salario de los reclusos se calcula tomando como referencia el Salario Mínimo Interprofesional (SMI). Sin embargo, los salarios no son comparables al mínimo interprofesional, ya que un recluso recibe entre 3,24 y 5,68 euros por hora, lo que se traduce en un sueldo mensual que ronda entre los 200 y los 300 euros. Esta cifra está muy por debajo de los 1.134 euros mensuales que establece el SMI en 2024.
Los trabajos disponibles para los internos son variados, y se llevan a cabo principalmente en talleres de producción propia o servicios. Estos trabajos pueden incluir desde labores de mantenimiento y cocina hasta tareas en talleres de carpintería o jardinería, lo que también permite a los reclusos adquirir nuevas habilidades que pueden ser útiles tras su liberación.