En pleno corazón de los Pirineos aragoneses se encuentra Ansó, un pintoresco y emblemático pueblo que cautivó a grandes figuras de la literatura y el arte, como Benito Pérez Galdós y Joaquín Sorolla. Su arquitectura medieval, sus tradiciones centenarias y sus paisajes naturales lo convierten en un destino fascinante para los amantes de la historia, la cultura y la naturaleza.
1Un pueblo que inspiró a Benito Pérez Galdós
Ansó no solo es famoso por su belleza arquitectónica, sino también por ser el escenario de la obra Los condenados, escrita por Benito Pérez Galdós. El célebre autor ambientó en este rincón del Pirineo una trágica historia de amor entre una joven local y un bandolero escondido en las montañas. Tras su visita, Galdós expresó en sus cartas lo impresionado que quedó por la originalidad y pintoresquismo del lugar, describiéndolo como «el país más original y pintoresco que puede imaginarse».
El pintor Joaquín Sorolla también quedó fascinado por este pequeño municipio, y plasmó en uno de sus cuadros a jóvenes bailando la jota ataviados con el traje tradicional ansotano, mientras los majestuosos Pirineos se alzaban al fondo. Sin duda, Ansó ha dejado su huella en la cultura española.