¿Ventanas llenas de marcas después de cada limpieza? Es frustrante, pero la solución es más simple de lo que imaginas. Con solo dos ingredientes que seguramente tienes en casa, puedes dejar los cristales relucientes y sin esfuerzo. No hace falta gastar en productos caros; el truco está en una mezcla eficaz que combate la grasa y las molestas rayas. Sigue estos sencillos pasos y transforma la limpieza de ventanas en una tarea rápida y sin complicaciones.
1Vinagre y detergente: la combinación perfecta
El secreto de esta mezcla mágica está en la combinación de vinagre y detergente. El vinagre, gracias a su acidez, descompone la grasa acumulada y elimina los minerales del agua que dejan esas marcas antiestéticas. Por otro lado, el detergente lavavajillas ayuda a desprender la suciedad más persistente.
Para preparar la solución, mezcle medio vaso de vinagre en cinco litros de agua fría y agregue una cucharada de detergente. Esta mezcla no solo limpiará los cristales, sino que también los protegerá de futuras manchas. Si las ventanas están muy sucias, aumente la cantidad de vinagre para maximizar el efecto.