Un día después de que la estudiante de Erasmus, Natalia Sánchez, fuera localizada en un Hospital psiquiátrico de París donde llevaba ingresada varios días, se ha sabido que la joven habló con varios turistas españoles, el 1 de mayo, antes de su ‘inquietante desaparición’.
Un español llamó al consulado de España en París, según ‘ABC’, tras detectar que «algo no iba bien» y contó que una chica que parecía desorientada le había pedido su móvil y su ayuda en los Jardines de Luxemburgo. Pero no fue su único contacto.
Ese mismo día, tras subirse a un autobús, la joven mallorquina también coincidió con una pareja de turistas españoles con los que estuvo hablando durante todo el trayecto hasta la plaza de Trocadero. Les pidió consejo para salir de allí, señalando que no sabía cómo abandonar París. Cuando trataron de calmarla, al detectar en ella una actitud extraña, Natalia se marchó. Fue al regresar a España y conocer la noticia de su desaparición, cuando la pareja mandó sendos correos electrónicos uno a la Fundación QSD y otro a la Guardia Civil, dando cuenta del encuentro y subrayando que la chica no llevaba sus pertenencias y que parecía temerosa.
Tanto la llamada al consulado como el encuentro con la pareja de turistas se mantuvo en secreto para no perjudicar la búsqueda.
Tras el hallazgo de la joven, la familia ha pedido que se respete su «necesidad de sosiego». En un mensaje grabado por su madre, Inma, y que fue divulgado este martes por la Fundación Europea por las personas desaparecidas QSD global, «lo que importa es que Natalia está bien».