El ‘Wrapped’ de Spotify es, sin duda, el tema de conversación más común de las redes sociales esta semana. El resumen anual, que muestra los artistas y las canciones más escuchados por el gigante sueco del streaming, es uno de los eventos más esperados del año por sus usuarios y es un buen recordatorio de las canciones, nuevas o viejas, que han marcado el año de cada uno de los oyentes presentes en la plataforma.
Pero no es lo único que ha ocurrido con la plataforma durante 2024. Es que al mismo tiempo que se disparaban los usuarios, tantos suscritos a las opciones de pago como los que escuchan música con publicidad, la plataforma ha sumado a los creadores de podcast a las opciones de monetización, lo que se ha traducido en que los artistas, reciben menos dinero que antes, sobre todos los más pequeños. A esto se suma que con las nuevas condiciones aprobadas a principios de año se necesitan al menos 1000 reproducciones para monetizar el contenido en la plataforma sueca.
No es que las cantidades que se pagan a los artistas sean un problema nuevo. Spotify tiene años siendo la plataforma que peor paga entre las opciones de streaming musical, el problema es que es también la más grande, lo que hace que para los artistas sea necesario estar presentes en ella. Es que incluso grandes nombres que se han enfrentado a la plataforma, como Taylor Swift o Neil Young se han visto obligados a volver a la misma, antes o después.
Sus beneficios de este año, que superan los 250 millones de euros a nivel global, se contrastan con esta situación. Es que el crecimiento de la plataforma no se ha visto reflejado en el bolsillo de quienes crean el contenido que la hace tan atractiva, sin embargo, con el fracaso de algunos competidores como Tidal o Amazon Prime Music de atraer usuarios con lanzamientos exclusivos es cada vez más difícil imaginar que algún competidor pueda realmente enfrentar a la empresa que dirige Daniel Ek.
SPOTIFY EN 2025: INTELIGENCIA ARTIFICIAL, MÁS PODCAST Y MÁS ÉNFASIS EN EL VIDEO
Mientras tanto, la plataforma poco a poco ha ido desvelando sus plantes para el 2025. Un mayor énfasis en el video, lo que esperan que les sirva para competir directamente con YouTube, un renovado interés en los podcast y los audiolibros, aunque han dejado de lado la búsqueda de exclusivas apostando por el crecimiento orgánico de este espacio, y un mayor uso de la Inteligencia Artificial para funciones especiales como DJ digital de la plataforma o listas de reproducción personalizadas.
Incluso con estas opciones sobre la mesa hay dudas reales sobre sus planes del próximo año, en particular la función de alta fidelidad de la plataforma, una promesa que arrastran hace años y que les quitaría de encima una de las principales críticas de algunos artistas y melómanos atentos a que las canciones se escuchen lo más posible como fueron grabadas. Es una realidad que afecta sobre todo los temas clásicos, que no fueron grabados pensando en que se reproducirán en formato MP3.
Lo que se ve claro es que seguirán siendo la principal plataforma del mundo para escuchar música. El tamaño de su catálogo, sumado a una interfaz indiscutiblemente cómoda de usar hacen que sea complicado abandonar la plataforma, y a diferencia de X, la plataforma antes conocida como Twitter, su algoritmo no ha empujado a un alto porcentaje de sus usuarios a uno de sus rivales en las últimas semanas, por lo que no hay grandes cambios en la situación.
EL MUNDO DE LA MÚSICA EN UNA SITUACIÓN DELICADA
A los problemas que Spotify ha generado para los nuevos artistas, aunque también ha resuelto varios, se suman los que tiene la industria en general. Algunos festivales han sufrido para agotar sus entradas en los últimos años y los precios de la música en vivo empiezan a ser lo suficientemente prohibitivos que hay expertos prediciendo la explosión de la burbuja que se ha formado en el sector en los últimos años.
En cualquier caso será importante seguir de cerca estos cambios. Se suma una explosión reciente en el mundo de la inteligencia artificial generativa que tiene todo para recortar las ganancias dentro del mundo de la música, por lo que es evidente que se trata de una situación delicada para todo el mundo de la música.