Los casos de abuso sexual en el entorno familiar son especialmente delicados y traumáticos para las víctimas. En este caso, la Audiencia Provincial de Cantabria juzgará a un hombre acusado de realizar tocamientos a su nieta de 13 años en al menos tres ocasiones diferentes. La Fiscalía solicita cinco años y medio de prisión por un delito continuado de abuso sexual a menores.
Los hechos ocurrieron aprovechando que ambos residían en el mismo domicilio, cuando se encontraban solos. El acusado presuntamente sometió a su nieta a tocamientos no consentidos en diversas partes del cuerpo, ante lo cual la menor se resistió físicamente empujando y dando patadas al agresor.
Consecuencias psicológicas y medidas de protección
La víctima presenta actualmente graves secuelas psicológicas, incluyendo síntomas ansioso-depresivos y un significativo impacto en su desarrollo personal y social. Por estos daños, se solicita una indemnización de 10.000 euros en concepto de responsabilidad civil.
Las medidas solicitadas por la Fiscalía incluyen:
- 5 años y medio de prisión
- 5 años de libertad vigilada post-condena
- 5 años de inhabilitación para trabajo con menores
El Gobierno de Cantabria, que ostenta la guarda de la menor, ejerce como acusación particular y solicita medidas más severas:
- 7 años y medio de prisión
- 4 años de orden de alejamiento
- Prohibición de comunicación con la víctima
- 5 años de libertad vigilada
- 5 años de inhabilitación para trabajo con menores
La importancia de la prevención y detección del abuso infantil
Los casos de abuso sexual infantil dentro del entorno familiar son particularmente complejos de detectar y denunciar. Es fundamental establecer mecanismos de prevención y detección temprana en escuelas, centros de salud y otros espacios donde los menores interactúan con profesionales capacitados.
Las estadísticas muestran que aproximadamente el 70% de los casos de abuso sexual infantil se producen en el entorno familiar o cercano de la víctima. Esto dificulta las denuncias y puede prolongar las situaciones de abuso, aumentando el daño psicológico en los menores.
Es esencial proporcionar apoyo psicológico especializado a las víctimas y establecer protocolos claros de actuación en casos de sospecha de abuso. La colaboración entre instituciones educativas, sanitarias y judiciales resulta fundamental para proteger a los menores y prevenir estos delitos.
El juicio se celebrará en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cantabria, donde se determinarán las responsabilidades penales y las medidas de protección definitivas para la menor afectada.