Las pensiones contributivas subirán en torno a un 2,8% en 2025

Las pensiones contributivas experimentarán un incremento del 2,8% en 2025, según la fórmula de revalorización establecida en la ley de reforma de las pensiones. Este aumento se determina considerando el IPC interanual promedio de doce meses, desde diciembre del año anterior hasta noviembre del ejercicio en vigor.

El dato adelantado del IPC de noviembre (2,4%) publicado por el Instituto Nacional de Estadística permite anticipar esta subida, aunque el porcentaje definitivo se confirmará el 13 de diciembre. Esta revalorización representa una continuación de la política de mantenimiento del poder adquisitivo de los pensionistas, tras el incremento del 3,8% en 2024 y el 8,5% aplicado en 2023.

Impacto económico en las pensiones medias

La nueva revalorización tendrá un impacto significativo en las economías de los pensionistas españoles. Los beneficiarios de una pensión media de jubilación recibirán aproximadamente 600 euros adicionales al año, mientras que las pensiones medias del sistema aumentarán cerca de 500 euros anuales.

En términos prácticos, un pensionista que perciba la pensión media de jubilación de 1.441 euros mensuales en 2024, pasará a recibir 1.481,35 euros mensuales en 2025, lo que supone un incremento anual de 564,87 euros.

Alcance y beneficiarios de la medida

Esta medida beneficiará a un total de:

  • 9,3 millones de personas que reciben pensiones contributivas
  • 720.148 pensionistas del Régimen de Clases Pasivas del Estado
  • Un total de 10,3 millones de pensiones en conjunto

La revalorización se fundamenta en la Ley 20/2021, resultado del acuerdo entre el Gobierno y los agentes sociales, que establece la actualización anual de las pensiones conforme a la subida de precios, siguiendo las recomendaciones del Pacto de Toledo.

La actualización anual garantiza que los pensionistas puedan mantener su nivel de vida sin verse afectados por los incrementos en el coste de la vida. El sistema español de pensiones continúa evolucionando hacia un modelo más sostenible y equitativo, que busca equilibrar la viabilidad financiera con la protección social de los pensionistas, garantizando así su bienestar futuro y la estabilidad del sistema en su conjunto.