Sin duda la DANA que ha arrasado Valencia y que ha causado estragos en otros lugares como Barcelona o Marbella ha sido también el regreso de la lluvia en zonas donde se produce el aceite de oliva. Es que tras meses de sequía, la lluvia ha servido para mejorar las expectativas de las cosechas de 2025, lo que puede traducirse en una nueva caída en el precio tras la bajada del IVA en este producto anunciada por el gobierno.
Los productores de Andalucía esperan un aumento en la producción de casi 2.000 toneladas, según reporta ‘La Opinión de Málaga’. Es una buena noticia para un producto al que los años de sequía han castigado con especial dureza debido a la cantidad de agua que requiere el proceso de cosecha de las olivas. Al mismo tiempo, y afortunadamente, este tipo de lluvia no es común y las grandes concentraciones de precipitaciones en poco tiempo no solo generan los daños que hemos visto, sino que complican la producción en otro tipo de cultivos.
El pasado lunes la organización agraria Asaja Córdoba ha informado este lunes que «la producción de aceite de oliva en la provincia el pasado octubre fue de 5.372 toneladas, es decir, 1.000 más que el año pasado en la misma fecha, según los datos de la Agencia de información y control alimentarios (AICA)», y hasta el momento se estima que «se ha cosechado aproximadamente entre un 8% y un 10% por ciento del total», esperando que se generalice la campaña a lo largo del presente noviembre.
Afortunadamente, esto ocurre cuando el producto ya ha empezado a bajar su precio total. El precio del aceite virgen extra ha registrado su primera bajada interanual en los supermercados (-2,5%), aunque es un descenso muy inferior al producido en origen (-13%), según los datos del estudio comparativo realizado por Facua-Consumidores en Acción de una treintena de precios a la venta en seis grandes cadenas de distribución.
En concreto, el precio medio del litro de virgen era de 12,5 euros en noviembre de 2023, mientras que actualmente se sitúa en 12,18 euros, lo que supone una bajada interanual del 2,5% (0,32 euros/litro), en un producto que prácticamente ha llegado casi a cuadruplicar su precio con respecto al que tenía en 2021.
EL PRECIO DEL ACEITE DE OLIVA YA ESTÁ BAJANDO DE ORIGEN
Esta bajada que es muy inferior a la que se produce en el campo, ya que según los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, el litro de virgen extra se pagaba en origen a 6,45 euros/litro euros antes de impuestos entre el 28 de octubre y el 3 de noviembre de 2024, mientras que la primera semana de noviembre de 2023 estaba a 7,41 euros/litro.
Así, al agricultor se le pagaba hace un año por el aceite de oliva virgen extra que producía un 13% más (0,96 céntimos más por litro) de lo que se le paga actualmente. Facua ha recordado que el IVA de este producto era del 5% hace un año, mientras que el pasado mes de julio pasó al 0% y a partir del 1 de octubre subió al 2%, porcentaje que se mantendrá hasta finales de año. A partir del 1 de enero de 2025 se establecerá de manera definitiva un IVA superreducido del 4% al ser considerado un producto de primera necesidad.
Es un paso clave para los consumidores y productores por igual. Lo cierto es que la decisión de eliminar el IVA del aceite de oliva puede servir no solo para reducir sus precios, sino que esto mismo puede mejorar sus ventas. Si en efecto hay un aumento en la producción derivado de la DANA el mismo puede traducirse en la necesidad de aumentar las ventas en todo el territorio nacional. No es un dato secundario, sobre todo de cara al futuro inmediato.
EL PRECIO DE ORIGEN YA ESTABA BAJANDO
La realidad es que incluso antes de la reducción del IVA el precio del aceite de oliva ya había empezado a bajar en el origen, pero en los supermercados no se había reducido o al menos no al mismo ritmo. De hecho, este aumento hizo que la imagen de las alarmas y los sellos especiales en este producto fuesen cada vez más normales, al punto que en este momento los compradores ni parpadean cuando lo ven.
De todos modos, esta caída todavía tardará meses en notarse en el bolsillo del consumidor. Después de todo la cosecha apenas está empezando y dependiendo de los azares del clima todavía puede cambiar la situación de esta cosecha de cara al 2025 y más allá.