El ascenso del Racing le puede salir caro al Athletic Club de Bilbao
Desde hace dos temporadas, Iñigo Vicente está siendo uno de los jugadores más destacados del Racing de Santander. Este año, además, sus grandes actuaciones permiten que el equipo marche como primer clasificado de LaLiga Hypermotion con diez puntos de ventaja sobre el segundo, el Real Oviedo. Este elevado rendimiento ha hecho que su antiguo club, el Athletic Club de Bilbao, le haya marcado como objetivo prioritario para el próximo curso.
El conjunto rojiblanco, sin embargo, no es el único interesado en hacerse con sus servicios de de Iñigo Vicente de cara a la temporada 2025-26. En este sentido, tanto el Real Betis Balompié como el Sevilla FC habrían iniciado los contactos, siendo la oferta de los verdiblancos incluso más interesante que la realizada por los leones.
Iñigo Vicente quiere jugar en primera con el Racing
La vinculación entre Iñigo Vicente y el Racing de Santander se puede alargar, por contrato, hasta el mes de junio de 2027. El jugador ha dejado claro en varias ocasiones que, a pesar del interés de otros clubes, desde que aterrizó en El Sardinero estaría deseando jugar en primera división con el equipo cántabro.
«Es mi ilusión ver al Racing con los mejores desde que vine a Santander. Con todo lo que se está mejorando en el estadio, la cantera y la ciudad deportiva, el club está dando pasos para ello», aseguraba el atacante. Sin embargo, su actual cláusula de rescisión es un caramelo para prácticamente cualquier equipo de Primera División.
El secreto mejor guardado del Racing de Santander
El Racing de Santander quiere evitar este año lo mismo que sucediera el curso pasado con Peque, que acabó saliendo transferido al Sevilla FC por tan solo cuatro millones de euros de su cláusula de rescisión al no lograr el equipo el ascenso. En este sentido, la cláusula de Iñigo Vicente sería de solo seis millones de euros si el equipo no consigue promocionar.
En caso de ascenso el Racing de Santander desplegaría con Iñigo Vicente la famosa cláusula que no se pudo desplegar con Peque y que elevaría hasta el doble el precio a pagar por el delantero. Así, si los cántabros suben a Primera División el atacante pasaría a costar 12 millones de euros, una cantidad que podría espantar al Athletic Club de Bilbao.