Una joven irlandesa dejó a su husky siberiano a cargo de una guardería canina cuando planeó un viaje de tres días a Islandia en compañia de su familia. Desde el centro le devolvieron el animal muerto y empaquetado.
Kirsten Kinch viajo el pasado 27 de diciembre y dejó a su mascota al cuidado de P&E Boarding Kennels, una guardería canina ubicada en Kimmage. A su regreso el propietario del centro le devolvió al can sin vida y envuelto meticulosamente. Justificó su acción alegando que era para «evitar que un virus peligroso acabara con los otros perros a nuestro cuidado» .
Al parecer, antes de dejarla en el guardería, la perra había sufrido una colitis aguda por lo que estaba medicada.
«Nos dejaron dos perros el 27 de diciembre. Entraron por cuatro días y uno de ellos era un perro enfermo y el otro estaba bien. El que estaba enfermo tomaba esteroides. El cuarto día, el perro murió y se desangró por la parte trasera. Si un perro se desangra, puede expulsar un virus llamado parvovirus lo que podría haber acabado con la vida de todos los perros en 24 horas», explicó Paddy Cullen, responsable de la perrera, quien aseguró que tras la publicación de las imágenes en las redes sociales, tanto él como su familia han recibido amenazas de muerte.
«Nos habían dejado muchos perros para el período navideño, y dije que lo selláramos en bolsas de plástico negras y eso es lo que hicieron», concluyó.