Las fuertes lluvias e inundaciones provocadas por la DANA en la Comunidad Valenciana han tenido un impacto devastador en el tejido empresarial. Para paliar las consecuencias económicas de este desastre natural, numerosas empresas han recurrido a los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE).
A fecha de hoy, más de 2.018 empresas de la Comunidad Valenciana han solicitado un ERTE por fuerza mayor como consecuencia directa de las inundaciones. Gracias a estos ERTE se está protegiendo a más de 22.233 trabajadores, garantizando su estabilidad laboral en un momento de incertidumbre. El Ministerio de Trabajo y Economía Social actualiza diariamente estos datos.
«Seguimos salvando empresas y dando seguridad a miles de trabajadores y trabajadoras gracias a esta herramienta», ha aseverado la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, a través de un mensaje en sus red social ‘X’ (anteriormente llamada Twitter).
Para poner en contexto, hay que recordar que se trata de un mecanismo permite a las empresas suspender temporalmente los contratos de trabajo o reducir la jornada laboral de sus empleados, minimizando el impacto económico de la interrupción de la actividad. De esta forma, se evita la destrucción de empleo y se facilita la recuperación de las empresas una vez superada la situación de emergencia.
Beneficios de los ERTE para empresas y trabajadores
Los ERTE por fuerza mayor ofrecen importantes beneficios tanto para las empresas como para los trabajadores. Para las empresas, suponen un alivio económico crucial, permitiéndoles afrontar la situación sin tener que recurrir a despidos masivos. Además, los ERTE facilitan la reincorporación de los trabajadores una vez que la empresa recupera su actividad normal.
Por su parte, los trabajadores afectados por un ERTE mantienen su vínculo laboral con la empresa y tienen derecho a percibir una prestación por desempleo, lo que les proporciona una seguridad económica fundamental en momentos de dificultad. Esta prestación, calculada en base a su salario anterior, les permite afrontar sus gastos básicos mientras dura la suspensión de su contrato o la reducción de jornada. Además, durante el periodo del ERTE, los trabajadores continúan cotizando a la Seguridad Social, lo que garantiza sus derechos futuros en materia de pensiones, sanidad y otras prestaciones.
En un contexto más amplio, los ERTE se han demostrado efectivos en diferentes escenarios de crisis, como la pandemia de COVID-19. Su flexibilidad y adaptabilidad a diferentes situaciones los convierten en un instrumento valioso para preservar el tejido productivo y garantizar la estabilidad del mercado laboral.