Argelia y Rusia: Los dos incómodos socios del gas natural en España

En un momento en que para España sigue siendo clave el gas natural como fuente energética, a pesar de los intentos de reducir su uso de forma progresiva, sus dos principales socios en este aspecto son países con los que mantiene una situación complicada: Argelia, país con el que se han complicado las relaciones debido a las posiciones del Gobierno de Pedro Sánchez sobre el Sáhara, y Rusia, un país que siempre ha sido un socio comercial incómodo y que lo es más desde la invasión de Putin al territorio ucraniano. 

La circunstancia es delicada. Es cierto que desde el Gobierno, y desde Bruselas, se está buscando reducir el uso de los combustibles fósiles, pero también es una realidad indiscutible que se trata de una situación delicada en un momento en los que España todavía depende de ellos para encender la luz, y la calefacción, en tiempos de frío. Es que si bien el cambio climático es un problema evidente, también es evidente que el riesgo de una crisis energética sigue siendo una realidad en Europa. 

Las relaciones con Rusia, además, se mantienen lejos de poder resolverse. Ayer mismo Ucrania uso misiles de largo alcance sobre territorio ruso, lo que promete hacer que las negociaciones para que se detengan las hostilidades se alarguen todavía más tiempo del necesario. Dado que la guerra ha hecho que desde Bruselas se plantee cortar toda relación comercial con las empresas rusas y la amenaza de esta de cortar las exportaciones por la situación de Austria, hacen que sea todavía menos confiable en el futuro inmediato, y que aumente el precio del producto. 

La ventaja, en el caso argelino, es que a pesar de las malas relaciones con el país africano, este tiene una peor relación con Francia, de quienes se independizaron en 1962. De hecho, a pesar de que las relaciones diplomáticas siguen rotas, en las últimas semanas se han restablecido las relaciones comerciales para acuerdos a futuro, pero sigue siendo una relación complicada entre las dos partes. 

De todos modos, las soluciones no son mejores. El tercer mayor exportador de Gas Natural a España es Estados Unidos, que extrae la mayoría de su gas a través del Fracking, práctica considerada contaminante en España y en Europa, por tanto, desde Bruselas se recomienda no depender de ella. Este mismo método es necesario para extraer el gas que hay en territorio ibérico, y desde el Gobierno ni siquiera se plantea la posibilidad de recurrir al mismo.

ORIENTE MEDIO EN CRISIS

El otro problema de España, y el resto de Europa, es que mientras siguen escalando las tensiones en oriente medio debido a la nueva escalada de la violencia entre Israel y Gaza hace que sea complicado poner los ojos en esta parte del mundo para las importaciones de combustibles. Esta realidad hace que algunos de los países que se mantienen entre los mayores exportadores de gas natural a territorio ibérico como Qatar o Egipto no puedan ser vistos como opciones a futuro.

Es que el petróleo y el gas de esta parte del mundo seguirán subiendo de precio mientras se mantenga la escalada de violencia en estos territorios. Esto hace que no sean soluciones posibles, se suma la incomodidad del Gobierno español con algunas soluciones aplicadas por estados vecinos que en el país, al mando de Pedro Sánchez, ha desechado del todo, como la energía nuclear.

FUENTES DE ENERGÍA ALTERNATIVAS EN ESPAÑA PARA NO DEPENDER DE RUSIA Y ARGELIA

Lo cierto es que para España, sobre todo tras haber dejado de lado la opción nuclear y proceder al apagado de las plantas locales, las opciones lejanas a las energías fósiles requieren mucho más tiempo de preparación y aunque el país ha avanzado en la instalación de plantas de producción de la energía eólica y de la fotovoltaica estas todavía no son suficientes para reemplazar el uso de combustibles fósiles. 

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Si se suma la decisión local de dejar de lado todo esfuerzo de la energía nuclear. Aún así las noticias en este aspecto no son del todo negativas, la Unión Europea logró reducir en un «histórico» 16,5% las emisiones de las instalaciones eléctricas e industriales en 2023, según revela el informe sobre el mercado de carbono publicado este martes por la Comisión Europea, que analiza el funcionamiento del Régimen Comunitario de Comercio de Derechos de Emisión (RCCDE) en 2023 y el primer semestre de 2024.

Según revela el documento, la producción de electricidad renovable aumentó sustancialmente –principalmente eólica y solar– y se reanudó la tendencia de sustitución del carbón por el gas en la generación de electricidad.