Valvanuz Cañizo González, nacida en Santander el 29 de diciembre de 1996, es una atleta cántabra que se encuentra compitiendo en la categoría sénior femenino. Su entrenador es Alberto Menéndez Crespo-Sánchez, quien acompaña a la joven a diario en su dura travesía por conseguir el sueño que tantos años lleva persiguiendo: escalar a la élite de este exigente deporte a base de esfuerzo, perseverancia, entrega, sacrificio y mucho trabajo.
Actualmente, se encuentra residiendo en León, donde compagina su vida deportiva con su etapa académica, ya que Valvanuz apenas tiene descanso durante la semana. Como bien reconoce, «es difícil que la gente, incluyendo amigos y familiares, entienda que te abstraigas por completo de lo que sucede a tu alrededor y en el exterior. No obstante, me quedo con la satisfacción del trabajo bien hecho». Esto se debe a que dispone de muy poco tiempo libre para visitar a sus seres queridos en Cantabria o para hacer planes de ocio con sus amigos, quienes, pese a ello, son un apoyo fundamental en su día a día.
La mejor atleta cántabra, tal y como han demostrado sus resultados a lo largo de su trayectoria deportiva, manifestó su malestar durante el verano pasado a través de su perfil en Facebook. Una publicación que pudieron ver todos los usuarios de dicha red social, donde Valvanuz quiso expresar públicamente que no había recibido ningún tipo de subvención económica ni por parte del Gobierno de Cantabria, ni de la Real Federación Española de Atletismo (RFEA).
Es curioso que muchos medios de comunicación se vanaglorien de los éxitos cosechados por nuestros deportistas tanto a nivel nacional como internacional, pero, llegada la hora de la verdad, sean incapaces de dar cabida a la actualidad y denunciar el sufrimiento al que la gran mayoría de estos atletas (véase el caso de Cañizo) se ven expuestos diariamente. La santanderina, que también imparte clases particulares para ganar un salario extra con el que poder costearse todo lo necesario para competir, es un claro ejemplo de la compleja situación económica-social que se vive en la actualidad en España (la crisis arrancó hace más de diez años).
«En pista cubierta compites en cinco pruebas diferentes a lo largo del mismo día: sesenta metros vallas, salto de altura, peso, salto de longitud y ochocientos metros lisos. En cambio, en aire libre haces cien metros vallas, salto de altura, peso y doscientos metros lisos el primer día (sábado), mientras que el domingo realizas salto de longitud, jabalina y ochocientos metros lisos», comenta Valvanuz Cañizo, lo que demuestra la exigencia de una disciplina como el atletismo, una de los más severas del calendario deportivo junto con el tenis o el ciclismo, por ejemplo.
Igualmente, la atleta cántabra reconoce que disputar unos Juegos Olímpicos es un sueño que, en la actualidad, se antoja prácticamente una quimera. La cita del próximo año en Tokio (2020) puede ser el punto de partida y de motivación añadida para que la joven nacida en Santander cuente con el impulso suficiente para la edición de los JJOO de 2024, los cuales se celebrarán en el viejo continente (concretamente en París).