El videoarbitraje, más conocido como VAR, está suscitando mucha polémica a lo largo de la presente campaña 2018-2019 en el campeonato doméstico de nuestro país. No tanto por su implantación, dado que beneficia, en principio, la posibilidad de lograr un deporte más justo, sino por el uso deliberado que en multitud de ocasiones se ha producido con dicha tecnología.
La pasada jornada en LaLiga Santander, la trigesimotercera para ser más exactos, ha dejado tres casos concretos en los que el VAR ha afectado de una forma u otra al resultado de los encuentros en los que ha entrado de oficio. O, dicho más correctamente, han sido los colegiados y el árbitro encargado de visionar las jugadas en la sala del VAR quienes han decantado la balanza hacia un lado u otro en dichos compromisos.
El Levante – Espanyol fue uno de los encuentros donde la tecnología intervino este fin de semana, en concreto en una acción que hubiera supuesto el 0-2 para el cuadro perico. Marc Roca, que, posteriormente, acabaría marcando otra diana, se benefició, según la interpretación del cuerpo arbitral, de su brazo para generar ventaja y batir a Aitor con un golpeo inapelable. El partido finalizó con tablas en el marcador (2-2).
Otro partido interesante fue el que tuvo lugar el pasado sábado en el Estadio de Vallecas, donde Rayo y Huesca también se repartieron los puntos (uno para cada plantel) tras concluir la contienda con el resultado gafas en el luminoso (0-0). El videoarbitraje decidió invalidar un tanto de Raúl de Tomás por posición antirreglamentaria de Embarba.
La lucha por la Champions League se iba a vivir al rojo vivo en el Coliseum Alfonso Pérez en el duelo entre Getafe y Sevilla. Los madrileños se impusieron con contundencia a los hispalenses (3-0), si bien es cierto que el duelo estuvo marcado por las decisiones dictaminadas por la tecnología: dos penaltis decretados a favor de los azulones, ambos por sendas manos, y una tercera oportunidad para expulsar a Djené. Asimismo, en el Celta – Girona, duelo cumbre para eludir el descenso, el VAR dio como válido un gol de Portu que había sido anulado.