Esta semana Glovo volvió a recibir un golpe en los tribunales y en este caso es por decisiones previas a la aprobación de la ley rider. Incluso sin tomar en cuenta la nueva normativa de España, más de 3.000 repartidores dados de alta como autónomos fueron considerados trabajadores de la plataforma por un juzgado de Madrid debido a las condiciones de trabajo de los repartidores. No es primera vez que les ocurre, pero lo cierto es que la situación pone a la empresa en situación de pagar las retenciones apropiadas a la Seguridad Social, y pone sobre el tapete a los 35.000 repartidores que trabajan, entren Glovo, Uber Eats y Just Eat.
Es cierto que no todos tienen la misma situación. Just Eat tiene a sus trabajadores contratados directamente, y Uber Eats trabajó con flotas contratadas hasta 2022, aunque actualmente trabaja con repartidores dados de alta como autónomos, solo Glovo ha trabajado desde su aterrizaje en España con autónomos, y sigue lidiando con las consecuencias de esta decisión, que la hacen un punto complicado de conversación para la empresa que maneja la mayoría de sus acciones, la alemana Delivery Hero.
En cualquier caso, el riesgo para estas plataformas no es solo las sanciones que puedan aplicar desde la Inspección de trabajo por violar la ley rider, o el costo de los abogados que tienen que asumir para defender la situación. La realidad es que si se ven obligados a contratar estos trabajadores, tendrán que asumir los costos de la seguridad social de los años que hayan estado repartiendo pedidos para la plataforma, un costo que puede superar los datos de las sanciones por el tiempo que algunos de estos trabajadores han estado operando como repartidores sin el papeleo correcto.
En cualquier caso, la plataforma sigue sin plantearse contratar a la flota. La realidad es que esta situación no es una sorpresa para el unicornio español, después de todo desde Delivery Hero apartaron a principios del año algo más de 400 millones de dólares para cubrir las sanciones en España, pero también es cierto que es un monto que ya han superado, y esto antes de tomar en cuenta los costos legales de casos como la denuncia en Fiscalía contra Oscar Pierre.
GLOVO Y UBER EATS EN EL PUNTO DE MIRA
La realidad es que tanto Glovo como Uber Eats tendrán que enfrentar esta nueva realidad. En la práctica son vistos desde el ministerio de trabajo, que maneja actualmente Yolanda Díaz, como un problema por la situación de sus trabajadores. Por su lado, Just Eat sigue estando detrás de las dos principales en el ranking del sector, pero al menos no ha tenido que enfrentar este tipo de situaciones de cara al futuro inmediato al tener a sus repartidores bajo contrato, cumpliendo horario y recibiendo un sueldo mínimo.
Lo cierto es que si además de pagar un sueldo fijo las plataformas deben encargarse de pagar las retenciones de la seguridad social, esto cambiaría de forma importante su modelo de negocio. Es que además de pagar las deudas calculadas por parte de la seguridad social tendrían que sumar este dato a sus gastos en el futuro inmediato, se suma, por supuesto, que sería una buena noticia de cara a los repartidores en cuanto a que podrían quitarse de encima la cuota de autónomos, que es especialmente complicada de pagar con la recaudación de un repartidor.
En cuanto a estas plataformas, lo cierto es que defienden la necesidad de mantener a sus repartidores como autónomos de cara al futuro inmediato. No es solo por los costos, sino que consideran la libertad de los repartidores para elegir sus horarios, sobre todo acoplarse a las horas de mayor demanda, como parte de las estrategias necesarias para poder operar con la inmediatez que exigen los trabajadores.
GLOVO SIGUE SUFRIENDO POR LOS REPARTIDORES ILEGALES
El problema para Glovo es que además de los repartidores autónomos, no han sido capaces de filtrar del todo a los repartidores que operan como repartidores de Glovo de forma ilegal. Desde la plataforma saben que es importante reducir estos casos, pues pueden generarse todavía más problemas legales, aunque el deseo es que esto no ocurra, y se han aplicado medidas como fotografías o huellas digitales para evitar que se ceda la cuenta a usuarios sin los documentos legales para trabajar.
Es otro problema que puede explotar y que desde Glovo y Uber Eats saben que puede empeorar su situación. Al mismo tiempo, para estos trabajadores es un riesgo difícil de asumir, no solo por qué las plataformas no se hacen responsables por su situación, sino por los riesgos de seguridad normales de este tipo de trabajos.