El Ministerio de Trabajo ha intensificado su ofensiva contra el uso indebido de los contratos fijos discontinuos por parte de las empresas de trabajo temporal (ETTs). Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda, ha liderado una campaña de inspecciones que apunta a detectar y sancionar a las compañías que emplean esta modalidad para eludir la contratación indefinida. La estrategia ya ha dado frutos, con una caída del 13% en la firma de contratos fijos discontinuos por parte de las ETTs en lo que va de año.
La presión regulatoria está afectando de manera significativa al sector de las ETTs, que se enfrenta a una reducción sin precedentes en su número de empresas operativas. Este año, la cifra de ETTs activas ha marcado un mínimo histórico, reflejo de la creciente dificultad para adaptarse a las restricciones impuestas por la reforma laboral. A pesar de que los contratos fijos discontinuos representan el 45% del negocio de cesión de trabajadores, las inspecciones han frenado el crecimiento de esta práctica.
La ofensiva busca asegurar que los contratos fijos discontinuos se utilicen únicamente para necesidades temporales, como estipula la reforma laboral. La Inspección de Trabajo ha reforzado su capacidad de vigilancia, enviando miles de notificaciones a empresas para que regularicen su situación.
Inspección de Trabajo refuerza controles para frenar el abuso de los contratos fijos discontinuos
La Inspección de Trabajo ha intensificado sus esfuerzos para detectar el uso indebido de contratos fijos discontinuos, un tipo de relación laboral que, en muchos casos, se emplea para evitar la formalización de contratos indefinidos. En lo que va de año, más de 52.000 contratos de fijos discontinuos han sido transformados en indefinidos tras las investigaciones de la Inspección, reflejando un problema estructural en sectores como la hostelería, el turismo y la educación. Según el organismo, este tipo de contratos deben responder a necesidades intermitentes y no a puestos estructurales, lo que, de incumplirse, constituye un fraude de ley.
La última campaña, que incluye el envío de 40.000 cartas a empresas sospechosas de irregularidades, busca forzar la regularización de casi 87.000 contratos temporales y fijos discontinuos. La Inspección advierte que las empresas que no regularicen estas contrataciones en el plazo establecido se enfrentarán a actuaciones inspectoras más severas. El objetivo es asegurar que los empleados afectados accedan a la estabilidad laboral y a los derechos que la legislación garantiza a los trabajadores con contratos indefinidos, reforzando así la lucha contra la precariedad.
El impacto de estas medidas es significativo en el mercado laboral español. Desde la entrada en vigor del primer plan de choque en mayo, el organismo ha regularizado casi 95.000 contratos en total, lo que demuestra un cambio efectivo en la dinámica de contratación empresarial. Estas actuaciones se enmarcan en un contexto de mayor presión reguladora, impulsada por el Ministerio de Trabajo, liderado por Yolanda Díaz, con el objetivo de reducir la temporalidad y consolidar un mercado laboral más justo y equitativo
El desplome de las ETTs: mínimos históricos tras las medidas de control
Las ETTs enfrentan un panorama complicado tras la implementación de la reforma laboral. En los últimos años, las inspecciones laborales y las nuevas restricciones han provocado un desplome significativo en la actividad de estas empresas. Según datos del Ministerio de Trabajo, las puestas a disposición de trabajadores, el pilar central de su modelo de negocio, cayeron un 10,6% entre 2021 y 2023. Esta contracción ha impactado directamente en el número de empresas operativas, pasando de 247 a 232 en el mismo periodo, lo que equivale a una reducción del 5% en el sector.
El descenso en la firma de contratos temporales ha sido uno de los factores más notables. En 2022, las ETTs registraron 3,6 millones de contratos de puesta a disposición, un 12% menos que el año anterior. Esto refleja el efecto combinado de las restricciones impuestas por la reforma y el incremento de las sanciones por incumplimiento. Además, el aumento en los costes asociados a contratos temporales ultracortos ha desincentivado su uso, obligando a muchas empresas a replantear sus estrategias de contratación.
La introducción del contrato fijo discontinuo no ha logrado frenar la tendencia a la baja. Aunque esta modalidad ha ganado terreno, representando ya el 46% de las puestas a disposición en el primer semestre de 2024, no ha compensado del todo la pérdida de los contratos temporales tradicionales. Los sindicatos continúan advirtiendo sobre posibles abusos en esta modalidad, lo que ha llevado al Ministerio de Trabajo a intensificar las inspecciones en busca de irregularidades en su aplicación.
Más de 40.000 empresas bajo la lupa: la campaña que busca erradicar la temporalidad fraudulenta
La Inspección de Trabajo ha intensificado su supervisión sobre más de 40.000 empresas con el objetivo de identificar y corregir prácticas fraudulentas en la contratación temporal. Esta medida se enmarca dentro de un plan de choque que busca garantizar la estabilidad laboral y frenar el abuso de contratos temporales y fijos discontinuos mal utilizados. Desde el inicio de la campaña, el organismo ha detectado más de 86.000 contratos sospechosos que podrían estar incumpliendo la normativa laboral vigentela fecha, el esfuerzo ha dado frutos significativos. Gracias a las inspecciones, se han transformado 95.000 contratos, de los cuales 43.000 han pasado de temporales a indefinidos, mientras que 52.000 se han regularizado de fijos discontinuos a contratos permanentes.
Pero esta campaña no se limita a la regularización de contratos. También tiene un efecto preventivo, ya que la amenaza de inspecciones y sanciones obliga a las empresas a revisar sus políticas de contratación. La Inspección ha advertido que, en caso de no corregir las irregularidades tras la recepción de las 40.000 cartas enviadas, se procederá con actuaciones inspectoras más severas, incluyendo multas y acciones legales.