La Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES) que preside José María Aznar sostuvo este lunes que Vox estaría planteándose las elecciones generales del 28 de abril “como unas primarias en la derecha en las que espera desplazar al PP” en vez de asegurar la “eficiencia” de votos para echar del poder al líder del PSOE, Pedro Sánchez.
Así se desprende del último editorial publicado por FAES, donde advierte de que la oferta económica y política del PSOE y Pedro Sánchez es “una elaborada impostura que refleja -repetida como farsa- el extremismo, la disgregación territorial y el desplome económico a los que condujo a España su antecesor, José Luis Rodríguez Zapatero”.
FAES alerta de que en la actualidad estamos de nuevo ante “otra ronda de gasto público electoralista igualmente insostenible, en plena desaceleración de la economía, y con la perspectiva de subidas generalizadas de impuestos si después del 28 de abril hay un Gobierno socialista”.
Sobre Cataluña, alerta de que el secretario general del PSOE “quiere convertir Cataluña en el elefante en la habitación, aunque sepamos que se trata del problema político crucial para los derechos de millones de conciudadanos en esa comunidad, crucial para el futuro del sistema constitucional y la continuidad histórica de España”.
Para la fundación de Aznar, es una certeza en esta campaña que la fragmentación del voto del centro-derecha allanará “fatalmente” el camino al Palacio de La Moncloa de lo que califica como “coalición Frankenstein”, refiriéndose a un Gobierno del PSOE con el bloque de la moción de censura.
En este contexto, FAES opina que Ciudadanos parece estar dedicado a “cultivar milimétricamente su limitada ambición de bisagra”; mientras Vox se plantea el 28 de abril “no como una elección crítica para decidir quién gobierna España, sino como unas primarias en la derecha en las que espera desplazar al PP y a su liderazgo para implantarse en su espacio electoral”.
Es a ello a lo que FAES achaca los mensajes “despectivos” de Vox hacia el PP, su campaña de “enardecimiento” o su afán por procurar que los votantes castiguen retroactivamente a “un PP que Pablo Casado ha superado y renovado”.
También incluye dentro de esta estrategia la negativa de Vox a encontrar “acuerdos razonables que aseguraran la eficiencia de los votos, de todos los votos”.
Así las cosas, FAES concluye que Vox arrastra a una parte de la derecha a perder su ambición mayoritaria y a librar “batallas culturales inciertas y desubicadas” a costa de renunciar eficazmente a la disputa del poder. “Y esto sí que es la verdadera antipolítica que se va a poner a prueba el próximo día 28-A”, remacha.